La operación por la cual Ontinyent podrá contar con una gran zona comercial y de ocio a pocos minutos a pie del centro de la ciudad ha avanzado mucho en las últimas semanas. Así, a finales del mes de marzo, el alcalde, Jorge Rodríguez, y Antonio Cañete, en representación de Inversiones Cañete SL, firmaron el convenio por el cual se regulan las obligaciones de ambas partes y se aprueba el cambio del Plan General de Ordenación Urbana por el cual 52.000 metros de terreno pasan a ser zona comercial.
El convenio aprobado establece que la construcción de esta gran área comercial se ejecutará en tres fases. La primera de ellas, en los antiguos terrenos de Estampados Sanchis, justo frente al estadio El Clariano, albergará un restaurante de Burger King y una tienda de Mercadona, además de quedar otro espacio de 928 metros cuadrados, cuyo uso se está terminando de perfilar.
Según explica el propio promotor de esta nueva zona comercial, entre mediados y final del mes de mayo empezarán las obras tanto de la tienda de Mercadona como la de Burger King. En el caso de la hamburguesería, será especialmente rápida su construcción, puesto que se utilizarán materiales prefabricados, lo que acortará los plazos. La intención, explican desde Cañete Inversiones, es que las obras de construcción de Burger King duren unos dos meses y medio, por lo que estarían para mitad del verano.
En el caso de la nueva tienda inteligente de Mercadona, tendrá una superficie de 8.693 metros cuadrados y se calcula que estará finalizada entre septiembre y octubre.
La segunda y tercera fase, para 2019
Desde Inversiones Cañete no sólo trabajan en el inicio de las obras de la primera fase (que supondrá la construcción de una tienda Mercadona y un Burger King), sino que al mismo tiempo están ultimando los establecimientos que se implantarán en la fase II (21.540 metros cuadrados) y en la fase III (que será la que limite con la rotonda que comunica con el pont de Sant Vicent). El objetivo es lograr una variedad de oferta comercial y de ocio en la ciudad, por lo que en estas dos fases caben establecimientos de distinto tipo, del sector de la restauración, el ocio o servicios como podría ser un gimnasio, entre otros.
En total, son cerca de 52.000 metros cuadrados entre las tres fases, con acceso desde diferentes puntos: la avenida Ramón y Cajal, pero también desde las calles l’Agulla, Perxes y Batans. Su emplazamiento no sólo es de fácil acceso para los ontinyentins, que incluso podrán desplazarse a pie por las recientemente renovadas avenidas Ramón y Cajal y del Textil, sino que también tiene un fácil acceso desde la CV81, a través de la rotonda a la altura de El Clariano, y también para los vehículos que lleguen desde Aielo, cruzando el pont de Sant Vicent. De hecho, este nuevo polo de atracción supralocal ha sido uno de los motivos por lo que se ha aceptado el cambio de catalogación para pasar de zona industrial a comercial.
Sobre un centenar de puestos de trabajo sólo en la primera fase
La repercusión que esta importante iniciativa puede tener sobre el empleo también es muy destacada, puesto que se calcula que con la apertura de esta primera fase serán alrededor de unos 100 puestos de trabajo los que se crearán, cifra que puede ascender hasta aproximadamente 500 cuando estén finalizadas las dos siguientes fases, con la consiguiente apertura de nuevos establecimientos comerciales y de ocio.