Intensa y muy emotiva. Así ha sido la tarde del lunes en Ontinyent, donde Rubén Montava, embajador cristiano de la comparsa Gusmans, ha interpretado el texto de las embajadas de José Joaquín Cervino, siendo el preludio de la última batalla entre los Moros y los Cristianos con la que se dan por finalizadas las fiestas de 2019.
Rubén Montava, acompañado por Gabriel Ferre y Vicent Xavier Vila, capitán y abanderado cristianos, han desfilado hacia el castillo, donde con un parlamento con mucho sentimiento, el embajador ha pedido la presencia de su homónimo moro, y con el citado texto de las embajadas, declaradas Bien de Interés Cultural, daba paso a la batalla.
Los disparadores de cada una de las comparsas han llenado de pólvora y ruido la plaza del Ayuntamiento, que un año más estaba abarrotada de gente que no se ha querido perder uno de los actos más carismáticos de las fiestas ontinyentinas.
Con esta última batalla, y la reconquista cristiana del castillo de Ontinyent, las fiestas moroycristianas cierran una nueva edición, ya con la mente puesta en las de 2020.