El boato de la Embajada Cristiana, a cargo de la comparsa Gusmans, ha recreado el Ontinyent de 1860. Con la recreación de Lunes de las Embajadas, el boato ha recreado la Canterería a través de los cantos y bailes populares. En el lavador de la Canterería, en lo alto de una carroza ha cantado Pep Gimeno Botifarra canciones tradicionales valencianas.
A continuación, la Moixeranga d’Algemesí ha sorprendido al público con sus impresionantes castillos. A continuación, el boato ha reproducido las pinturas de la calle y Senent, los antiguos patronos de la ciudad, así como las de la Santísima Trinidad, la de la Mare de Déu de Agres, todas ellas en el casco antiguo de Ontinyent.
Dos escuadras han representado al ejército de la embajada.
El boato de la embajada cristiana, de la comparsa Gusmans, ha incluído “Pugna”, coreografía de Masters Ballet, con música de Batukem-Tukada que ha interpretado la pieza musical “Pugna”, compuesta por Chechu Obrer. Ha sido un ballet de mucha fuerza y belleza plástica. El ballet representaba la lucha, pero al mismo tiempo el bambú que se movía al son del viento simboliza la resistencia y la adaptación. El batallón de 60 bailarines estaba divido en dos bloques: el primer marcado por el ritmo del percutir de las cañas y el segundo, más vertical y con abundantes figuras coreográficas.
Rubén Montava y Vicent Xavier Vila, embajador y abanderado, han dirigido todo el boato a lomos de sus respectivos caballos y escoltados por una numerosa escuadra, formada por familiares y amigos.