La Entrada mora de Ontinyent 2024 ha empezado con el boato de la capitanía mora, de la comparsa Taifas. La historia ha continuado la leyenda del sultán de la taifa de Denia, Muyahid-Al- Amin, en el siglo XI, herido de muerte en una batalla. Doce años después, su hermanastro, Ali Iqbal, representado por el capitán, Manolo Pardo, jura venganza.
Tras las banderas iniciales, tres escuadras de guerreros representaban los tótems de Muyahid y de Ali Iqbal: el león y el dragón. Una efigie de Muyahid evocaba su fuerza, pero también su nobleza. Un ballet de Ópera ponía en escena una danza llena de fuerza. Un batallón de soldados se encargaba de la seguridad de las bailarinas.
No ha faltado la caballería, con sus trajes y pendones, seguidos de escuadras guerreras con trajes en tonos rojos, el color de la sangre y el fuego. 
Tras el rojo, llegaba el azul de los Taifas, con dos escuadras con estos colores, símbolo del mar.
El Dragón de Saphor clama venganza y precisamente con dragones que repartían fuego y muerte precedía la llegada de la favorita de Ali Iqbal, que estaba acompañada por doncellas que portaban los huevos del dragón y la espada de cristal forjada con el fuego del dragón. 

Carroza de oro y mármol
La favorita y su escolta anunciaban que el dragón de Saphor estaba cerca. Batukem, Pyros y el ballet Masters desarrollaban un espectáculo de música, danza y fuego que estremecía por su fuerza y por su colorido ímpetu. Era el inicio de la batalla, seguida de la presencia de la escolta del capitán, que hacía su entrada en una espectacular carroza de oro y mármol. El capitán moro vestía la armadura de Asherex, hecha con las escamas del dragón. Sus ropajes eran del color de la mañana, del color del mar, del color del ardiente Sol. Junta a él, sus dos hijos y sus nietos.