Los datos del paro del mes de marzo sirven para poder analizar la evolución del desempleo en un año completo de pandemia. Así, el año pasado, marzo ya se vio gravemente afectado por el estallido de la crisis, lo que supuso pasar de los 2.703 parados de febrero a los 2.990 del mes de marzo de 2020. Un año después, las cifras se mantienen en valores parecidos a los del primer mes de pandemia, puesto que marzo de 2021 ha cerrado con 3.081 demandantes de empleo, lo que supone 92 más que justo hace un año.
A pesar de que la evolución interanual muestra ese aumento de 92 nuevos demandantes, el comportamiento del paro el último mes respecto a febrero deja un ligero descenso, ya que de los 3.101 demandantes de febrero de este año se ha pasado a los 3.082, lo que supone que 19 personas han dejado las listas del desempleo el último mes.
Por sectores y comparado con el mes anterior, marzo de 2021 fue positivo para la construcción (-14) y para el sector servicios (-21), mientras que agricultura (+8), industria (+10) aumentaron la lista de demandantes de empleo.
Si se compara el comportamiento de los sectores durante el último año, el desempleo ha aumentado en la agricultura (que ha pasado de 93 demandantes a 143), y en el sector sin actividad económica anterior (de 218 a 306), mientras que la construcción (de 182 a 160 demandantes de empleo) y la industria (de 773 a 726) han sido los únicos sectores que en los últimos doce meses han logrado crear algo de empleo. El sector servicios, que es uno de los más afectados por la crisis derivada de la pandemia, tenía hace justo un año 1.724 demandantes de empleo, que han pasado a 1.747 en marzo de 2021.
Por su parte, en la Vall d’Albaida el paro registrado en marzo de 2021 es de 6217 parados, es decir, hay 33 parados menos que en el mes anterior y 128 más que en el 2020, lo que equivale a un descenso mensual de 0’53% y un incremento anual de 2’10%.
El descenso del paro se debe, entre otras cosas, a las menores restricciones que ha habido en marzo respecto a febrero junto el puente de Fallas y el efecto del inicio de la Semana Santa, además de ser un mes tradicionalmente favorable para el empleo, apuntan desde UGT.
Raül Roselló, secretario intercomarcal de UGT-PV, considera que “las medidas restrictivas deben continuar hasta alcanzar la inmunidad colectiva para lo que es necesario acelerar la vacunación. Evitar una cuarta ola de contagios, que induzca a nuevas paralizaciones de la actividad y someta a más tensión a la economía, es clave si se pretende que la temporada de verano sea un éxito, esencial para la economía”.
Para ello, Roselló considera “imprescindible acompañar en estas dificultades a los hogares y a las empresas que están en peores situaciones, reforzando y ampliando las ayudas existentes y no dejando a nadie atrás. Los ERTE han de seguir mientras sea necesario, manteniendo las rentas de las personas que no han podido volver a recuperar la actividad en su puesto de trabajo”.