Ontinyent vivía hoy viernes la jornada de puertas abiertas de la nueva residencia de la Beneficencia, que era visitada por más de mil personas. Una infraestructura que supone “un cambio sustancial respecto al actual, más luminosa, más integrada en el barrio y con más del doble de capacidad”, tal como destacaba el alcalde de la ciudad y presidente de la Fundación Santo Hospital de la Beneficencia, Jorge Rodríguez.
El alcalde explicaba que el proyecto se ha concebido para que los y las residentes disponen de espacios amplios, abiertos y llenos de luz natural, así como de una ubicación plenamente integrada en el tejido urbano, con acceso al Centro Cívico del Llombo, la plaza del Mercado y los parques del entorno. Además, el nuevo centro pasará de las 40 plazas actuales a 97 plazas acreditadas, lo cual “no solo permitirá atender mejor una necesidad urgente de atención a personas mayores en Ontinyent y en la Comunidad Valenciana, sino que también generará nuevos puestos de trabajo y, sobre todo, bienestar”.
Jorge Rodríguez explicaba que en estos momentos “se está tramitando la licencia ambiental por parte del Ayuntamiento, y posteriormente, con este documento, se pedirá la acreditación a la Consellería para concertar el máximo número posible de plazas”. El alcalde agradecía la implicación de la ciudadanía y remarcaba que el trabajo del Patronato, de los diferentes agentes sociales y la aportación económica (que supera los 3 millones de euros) del Ayuntamiento de Ontinyent, la Diputación de València y la Generalitat Valenciana han sido imprescindibles para hacer realidad este proyecto.
La vicepresidenta de la Diputación de València, Natàlia Enguix, ponía también en valor el esfuerzo compartido que ha hecho posible el nuevo edificio. Enguix recordaba que el proyecto, con una inversión global de cerca de 8 millones de euros, “ha sido posible gracias a la implicación de muchas personas e instituciones como el Patronato, Caixa Popular y las administraciones públicas, entre ellas la Diputación de València que ha aportado 1’5 del total de los 8 millones de euros que ha costado la residencia, 800.000 euros del Ayuntamiento de Ontinyent y 700.000 euros de la Generalitat”. En palabras de Natàlia Enguix, “Ontinyent y la Vall d'Albaida necesitaban una residencia cómoda, adaptada a las necesidades de las personas mayores y situada en un punto céntrico y accesible de la ciudad, y hoy podemos decir que este recurso es ya una realidad al servicio de la ciudadanía”, señalaba.
En cuanto a la edil de Sanidad, Paula Soler, resaltaba la buena acogida ciudadana de la jornada, que permitía a centenares de vecinos y vecinas recorrer las instalaciones. “La gente está muy contenta de ver cómo será la nueva Beneficencia. Las personas han comprobado que es un centro de calidad, con habitaciones modernas, cuartos de estar propios en cada planta y espacios que garantizan convivencias más reducidas y próximas. Sabemos que las trabajadoras y trabajadores ya cuidaban los residentes como si fueran familia, pero ahora tendrán un mejor espacio para continuar haciéndolo”, apuntaba Soler.