El Ayuntamiento de Ontinyent y Caixa Ontinyent han firmado el acuerdo mediante el cual el consistorio adquiere una antigua sede de la entidad financiera en el barrio de San Rafel para ubicar en ella un nuevo punto de atención ciudadana en materia de Servicios Sociales. El documento ha sido firmado por el alcalde de la ciudad, Jorge Rodríguez, y por el presidente de Caixa Ontinyent, José Pla, en un acto que han calificado de “paso importante para la mejora de la atención a la ciudadanía”.
El inmueble adquirido es un bajo comercial situado en el número 8 de la avenida Vicent Gironés Mora, con una superficie útil de 303,59 metros cuadrados. El consistorio lo adquiere por un importe total de 230.000 euros, que se pagarán en cuatro anualidades, y ya trabaja en el proyecto para la adaptación del espacio con una inversión aproximada de 80.000 euros más. El cajero automático ubicado en la fachada exterior continuará operativo para los clientes de la entidad.
El alcalde Jorge Rodríguez destacaba la relevancia “de un acto importante para nuestra ciudad, porque supone un paso decisivo hacia la descentralización de los Servicios Sociales, liderados por la concejal de Política para las Personas, Paula Soler. Esta adquisición nos permitirá contar con una sede específica de Servicios Sociales para el barrio de San Rafel, con unas condiciones económicas muy ventajosas y una forma de pago que nos facilita asumir el coste de la inversión”.
El alcalde añadía que “ya estamos trabajando en el proyecto de adaptación del espacio, redactado por la arquitecta Sari Calatayud, que esperamos tener terminado a finales de junio. Esto nos permitirá iniciar el proceso de contratación de las obras y que, aproximadamente en el primer trimestre del año 2026, este nuevo punto de atención pueda estar en funcionamiento para dar servicio a la ciudadanía de San Rafael”.
Por su parte, el presidente de Caixa Ontinyent, José Pla, que acudía acompañado por el director general de la entidad, Vicente Penadés, resaltaba el espíritu de colaboración entre ambas entidades, con un acuerdo que “es un ejemplo más de la colaboración entre Caixa Ontinyent y el Ayuntamiento con un objetivo común: mejorar la vida de nuestros ciudadanos. El local se vende, pero el cajero automático y los servicios asociados se mantienen operativos, de forma que los vecinos de San Rafel no pierden nada y, en cambio, ganan un nuevo servicio de proximidad en materia de Servicios Sociales”.
Al acto también asistía la concejal de Política para las Personas, Paula Soler, que remarcaba que “el objetivo es acercarnos a la ciudadanía. Cuando el espacio esté en marcha, se trasladará el personal que habitualmente atiende al vecindario del barrio. Queremos que el trabajador social de referencia y los profesionales implicados estén cerca de las personas, donde más se los necesita”, concluía.