Natural de Xàtiva, Iván Santiago Arroyo lleva 16 años ejerciendo la especialidad de Neumología. A sus 40 años le ha tocado enfrentarse a una “guerra”,en la que ha luchado por salvar la vida a pacientes afectados por coronavirus, muchos de ellos de Ontinyent

- ¿Cuántos casos de covid-19 ha habido en el departamento Xàtiva-Ontinyent, y cuántos de Ontinyent?
- Ha habido entorno a 150 casos de covid-19 ingresados. De Ontinyent, hubo muchos pacientes. De hecho, nos llamó la atención que en cada guardia, nos llegaban en proporción muchos casos de Ontinyent. Si al día entraban 8 casos, 5 eran de Ontinyent, por ejemplo. Fallecidos de esta ciudad hubo 6, todos mayores de 80 años.
- ¿Cómo diría que ha afectado la pandemia a Ontinyent?
- Para mí Ontinyent ha estado castigada, en proporción y comparándola con el resto de municipios del departamento Xàtiva-Ontinyent, aunque luego los datos indiquen que sólo ha habido unos 41 casos confirmados. Creo que los compañeros de Primaria han trabajado muy bien y que quizás no se hicieron más PCR porque no había disponibles, o desconozco los motivos, pero Ontinyent ha estado castigada, ha habido muchos casos. Una gran mayoría de casos que bajaban al Alcanyís eran de Ontinyent, y otros municipios como Bèlgida o l’Olleria, que también han sido poblaciones tocadas. 
- ¿La pandemia les pilló preparados?
- No, para nosotros todo esto era algo desconocido. Creíamos que nos íbamos a enfrentar a una gripe común y nos encontramos con que esto era una gripe mucho más fuerte, de forma que afectaba de manera muy importante a los pulmones, con neumonías muy graves, que llevan a los pacientes a la UCI en pocas horas. No sólo hubo afectaciones pulmonares, sino también a nivel intestinal, neurológico, a nivel cardíaco, etc. Por poner un ejemplo, tuve un caso en el que el motivo de la consulta era un deterioro cognitivo brusco, y realmente era una afectación por el coronavirus. 
- ¿Cómo cambia el día a día cuando empiezan a aparecer casos?
- Con una sensación de incertidumbre tremenda, y con angustia y miedo, porque no sabíamos a lo que nos enfrentábamos. De alguna forma, dejamos todo aparcado, y nos dedicamos en cuerpo y alma a atender en esas semanas críticas, de finales del mes de marzo y principios de abril, a enfermos de covid-19. A la vez continuamos atendiendo de manera telefónica a los pacientes crónicos.
- ¿Se puede decir que llegó a colapsar el Hospital de Xàtiva?
- No, eso no se puede decir en ningún momento. Sí que podemos decir que, con los medios humanos que tenemos hemos llegado a dar un servicio como corresponde, pero que si la cosa hubiera ido a más, sí que se hubiera desbordado. La UCI estuvo llena pero en ningún momento se tuvo que rechazar a pacientes, ni han pasado dramas que en otros sitios sí han sucedido. 
- ¿Cuál suele ser el perfil de paciente de covid-19?
- Nos hemos llevado la sorpresa de que los pacientes con perfil neumológico no son los que más han ingresado por covid-19, sino con perfil cardiovascular, y más hombres que mujeres. Los pacientes respiratorios, como se cuidan más, creo que han tomado muchas más medidas de precaución y llevan tratamientos que puede que les hayan protegido, o si lo han desarrollado ha sido con menor intensidad. Este es un concepto muy novedoso. En lo referido a la edad, la media de afectación ha sido de 79 años, y la media de fallecimiento entorno a 83-84 años, aproximadamente. 
- ¿Cuál ha sido el caso más difícil de Ontinyent?
- El caso más difícil fue el de un paciente, de unos 40 años, al que las PCR le salían negativas e inicialmente se pensaba que no tenía coronavirus. En una época casi de guerra, con mucha incertidumbre, creíamos que esa arma diagnóstica era oro, y no era así. A pesar de salir negativo, el sentido común me decía que con un afectación tan grave como la que tenía, no era una neumonía normal, era un covid-19. Posteriormente, el test serológico confirmó que había estado afectado por coronavirus. 
Otro caso, de manejo complejo y que nos hizo dilucidar que esta enfermedad no es una gripe ni una neumonía simple, sino una enfermedad compleja que afecta de manera dispersa al organismo, fue el de una mujer, de Ontinyent de unos 60 años. Empezó con tos, y en pocos días abruptamente tuvo una reacción inflamatoria tremenda, desproporcionada. Nos puso en jaque a todos, y aplicamos los nuevos tratamientos, que se habían aplicado en otros hospitales, pero nosotros nunca, y tuvo éxito.
- ¿Hay quien dice que el virus está perdiendo virulencia, es así?
- No es cierto que el virus esté perdiendo virulencia, nosotros nos estamos adaptando al virus y sobre todo estamos extremando las medidas: las mascarillas, la distancia social y el lavado de mano, junto con el confinamiento, que ha sido la medida que ha evitado que murieran casi medio millón de personas, y que hubiera dos o tres millones de afectados. Si todos universalmente somos capaces de usarlas, según la ciencia, posiblemente evitemos un segundo rebrote o que éste sea mucho más leve. 
- La vacuna, ¿cuándo llegará?
- Hay una vacuna en ensayo clínico en Oxford que está en fase 3, que pronto va a salir, y tiene resultados muy prometedores, y hay otras 10 vacunas que están en primera línea, en fase 2. Puede tardar entre un año y año y medio, como mínimo, pero habrá tratamientos antes que vacunas efectivas. Creo que habrá vacunas pero que no tendrán una efectividad al 100%, pero hasta que lleguemos a la perfección de la vacuna va a tardar tiempo. También decir que la ciencia va avanzando a un nivel exponencial.