Los restos de la casa de la calle Roses que se derrumbó el viernes día 6 han empezado a ser retirados, después de que los técnicos de la Dirección General de Patrimonio (dependiente de la conselleria de Cultura) asistieran de manera telemática a la Comisión de Patrimonio celebrada el miércoles y dieran el permiso para que el Ayuntamiento de Ontinyent pueda actuar sobre esta vivienda, una actuación que desde el consistorio tenían claro que no podría ejecutar sin el permiso pertinente.
Según ha podido saber este periódico, durante la comisión de Patrimoni, el concejal Joan Sanchis expuso todo lo ocurrido los últimos días y recordó que se había solicitado la autorización, pero aún no se había recibido. Los técnicos recordaron que faltaba el seguimiento arqueológico, puesto que junto a las casas está la muralla, a lo que desde la concejalía de Patrimonio respondieron que la actuación para retirar los restos de la casa era urgente y que el consistorio lo tenía todo a punto para poder actuar, a falta del permiso. Además, se explicó que la actuación se tenía que ejecutar empezando desde la parte más elevada de la casa y que no se iba a actuar sobre la muralla, porque precisamente es el elemento patrimonial que se pretende proteger. 
Finalmente, los técnicos dieron la autorización para una actuación que el día siguiente, jueves, empezó y que está siendo realizada por una empresa especializada en derribos complejos como es este.
Por su parte, de las dos viviendas que se vinieron abajo días después, en la calle Teixidors, dado que en una de ellas, propiedad de un banco, ya estaba trabajando una empresa, el derribo y retirada de material de la vivienda propiedad municipal lo ejecutará la misma empresa que ya estaba trabajando sobre el terreno.