La Mesa del Territorio de Ontinyent ha pedido a la conselleria de Política Territorial de la Generalitat Valenciana que flexibilice la normativa para facilitar la minimización en suelo no urbanizable.
El pasado 17 de junio tuvo lugar una reunión entre la Mesa del Territorio de Ontinyent, formada por el Ayuntamiento de Ontinyent, la Asociación de Constructores y Promotores de la Vall d’Albaida, la Asociación de Arquitectos y la Asociación de Arquitectos técnicos, con el director general de Urbanismo, Vicente Joaquín García Nebot, y el jefe del servicio de régimen jurídico e Inspección Territorial, Óscar López Giménez.
El objetivo de la reunión fue tratar con la Dirección General de Urbanismo diferentes asuntos relacionados con la normativa urbanística autonómica, que permita incentivar la actividad económica de los diferentes sectores relacionados con el urbanismo, así como dar solución a cuestiones que se habían tratado previamente en la Mesa del Territori, en especial, en relación a la minimización en suelo no urbanizable.
En primer lugar, desde el Ayuntamiento de Ontinyent se agradeció el trabajo de la Conselleria de Política Territorial para dar solución a la problemática del diseminado de Ontinyent con las modificaciones normativas que se han introducido los últimos años.
En este sentido, los cambios en la Ley urbanística Valenciana de 2015 y 2019, que con aportaciones en fase de alegaciones por parte del Ayuntamiento de Ontinyent, han abierto la puerta a solucionar numerosos problemas existentes en la situación urbanística que se produce en muchas localidades de la Comunidad Valenciana. Hay que tener en cuenta que son las comunidades autónomas las que tienen competencia exclusiva en materia de normativa urbanística.
No obstante, desde la Mesa del Territori trasladaron a la conselleria la petición para que flexibilice la normativa o se articulen los mecanismos jurídicos necesarios para fomentar y facilitar todo lo posible la minimización en suelo no urbanizable. En estos momentos, de un total de 37 solicitudes de declaraciones individuales de minimización se han admitido a trámite 24 y se han inadmitido 13 por no reunir los requisitos establecidos por la ley valenciana. En opinión de la Mesa de Territori, los criterios de la Ley Urbanística Valenciana son demasiado estrictos porque no permiten dar solución a muchas situaciones que se arrastran del pasado, y que ni el Ayuntamiento ni los ciudadanos podrían prever cómo iba a cambiar la ley en cada momento. Que solo se posibilite la minimización para usos residenciales (y no por ejemplo para casas de aperos o usos agrícolas) o que se exija que las viviendas estén completamente terminadas antes de agosto de 2014 dificulta la posibilidad de dar solución a muchas situaciones.
De esta manera, desde la Mesa del Territori, se pidió que se facilite al máximo la aplicación de la minimización, porque supondría un impacto muy positivo en un doble sentido: primero, porque permitiría minimizar el daño al medio ambiente al fomentar e incentivar que las personas puedan acogerse a este procedimiento reglado en la ley con carácter generalizado y en segundo lugar, porque sería una fuente de actividad económica y de revitalización de la economía.
Hacer viable la realidad existente
Desde la Mesa del Territori se insistía a la Dirección general en que no se está pidiendo que se permitan nuevas construcciones en suelo no urbanizable, sino en hacer viable las realidades existentes por medio de una flexibilización de la actual normativa. Además, sería muy positivo, apuntan, que se permitieran reformas o actuaciones en construcciones con el objetivo de favorecer la reducción de la huella de carbono a través de la instalación de energías renovables o infraestructuras de ahorro energético. “No se considera lógico que se esté fomentando la instalación de placas solares o de ventanas de ahorro energético pero que después la normativa no permita en muchas ocasiones estas actuaciones en edificios del diseminado”, concluyen.