Ontinyent ha concluido sus Fiestas con una gran embajada del Cristiano esta tarde, en la que las tropas de la Cruz han luchado por recuperar el castillo perdido esta misma mañana. El peso del parlamento lo ha llevado el Embajador cristiano, José Francisco Seguí, quien con intensidad y seguridad, ha convencido a sus tropas para enfrentarse de nuevo al bando moro. A lomos del caballo, y acompañado por la capitana Lucía Gil (Marineros) y el abanderado David Seguí, José Seguí ha entablado un apasionado diálogo con el embajador moro, Samuel Martínez, que desde lo alto del castillo le ha dado réplica.

Finalmente, las tropas cristianas han recuperado Ontinyent y la bandera de la Cruz vuelve a ondear en el castillo y las campanas anuncian el resultado de la baralla.

Tras declamar los textos de Cervino, ambos embajadores se han fundido en un emotivo abrazo después de todo un año de preparativos y ensayos para que todo saliera a la perfección.

El desfile desde la plaza del Ayuntamiento a la plaza de la Concepción pone final a unas Fiestas que serán recordadas por la alta participación y porque Ontinyent se ha librado de la lluvia y las tormentas que estaban anunciadas para algunos de los días de sus Fiestas, unas previsiones que no se han cumplido, puesto que la meteorología ha permitido celebrar todos los actos.