- ¿A qué se dedica en Nueva Zelanda?
- Estudié licenciatura en Química en la Universidad de Valencia y realicé el proyecto de final de carrera en la Universidad de Plymouth, en Inglaterra, con una beca Erasmus en 2009. Allí me quedé a hacer el doctorado e investigaciones de postdoctorado desde el 2010 hasta principios de 2016. Una vez en Nueva Zelanda, trabajé dos años en una compañía farmacéutica y ahora llevo 3 años y medio trabajando en la Universidad de Auckland.
- ¿Desde cuándo lleva en Nueva Zelanda y qué le motivó a ir?
- Llevo en Nueva Zelanda desde principios del 2016. Me vine aquí por mi pareja que es neozelandés (o kiwi como los llaman aquí). Nos conocimos en Plymouth mientras los dos estábamos trabajando en la Universidad, a él le ofrecieron un puesto de profesor en la Universidad de Auckland y decidimos ir a probar y aún estamos aquí.
- Anteriormente había estado en Plymouth, ¿notó mucho el cambio de un país a otro?
- Pues la verdad es que no noté mucho cambio, ya que en general la cultura de Nueva Zelanda es muy parecida a la británica, el idioma más hablado es el inglés (aunque también se habla maorí), también se conduce por la izquierda… Eso sí, el tiempo es mejor en Nueva Zelanda. Al ser una isla también llueve bastante y hay días de bastante humedad, pero el sol sale más a menudo y el clima en la ciudad en la que yo vivo (Auckland) es más suave. Quizás el cambio más grande fue que las estaciones van al revés, es decir, en agosto es invierno y en diciembre es verano y se hace un poco raro tener unas Navidades calurosas, o también es extraño cuando tus amigos y familiares de España te envían fotos de sus actividades veraniegas mientras aquí estamos en pleno invierno.
- En el año 2014 nos hicimos eco de la investigación en la que había participado sobre el hielo en el ártico, ¿ha seguido en este campo de investigación? ¿En qué ámbitos se ha centrado?
- Al venir a Nueva Zelanda hice un cambio radical en mi carrera y estuve dos años trabajando en una empresa farmacéutica como química, ya que quería coger experiencia en la industria química. No obstante, mi pasión siempre ha sido la investigación. Pasado este tiempo salió una oportunidad en la Universidad de Auckland y ahora llevo 3 años y medio trabajando en el Departamento de Ingeniería Medioambiental, en los laboratorios de investigación. En mi día a día contribuyo a investigaciones que se centran en desarrollar nuevas tecnologías para solucionar problemas medioambientales como, por ejemplo, desarrollar métodos eficaces para limpiar residuos farmacéuticos del agua o para el tratamiento de aguas residuales usando equipos analíticos especializados de los cuales estoy a cargo.
- ¿Qué destacaría de Nueva Zelanda y más concretamente de la ciudad donde vive?
- Nueva Zelanda está formado principalmente por dos islas, la isla Norte y la isla Sur. Yo vivo en Auckland, que está situada en la isla Norte. Aunque la capital de Nueva Zelanda es Wellington, Auckland es la ciudad más grande con una población de unos 1'5 millones de habitantes. Nueva Zelanda es un país muy bonito con paisajes naturales que van desde zonas montañosas, fiordos y glaciares hasta zonas volcánicas y playas enormes y paradisíacas. Es un país en el que se realizan muchas actividades al aire libre, con cientos de opciones para hacer caminatas, hacer viajes en bici o actividades acuáticas, entre otras. Una de las cosas más destacables de Auckland es su multiculturalidad, en esta ciudad vive gente de muchos países y la oferta gastronómica es muy amplia.
- ¿Cómo se afrontó el covid-19 en este país? ¿Ha estado todo este tiempo allí?
- Al ser una isla en la que se puede controlar la entrada de personas, el gobierno tomó la pronta decisión de cerrar fronteras durante el primer año y medio de covid-19 y sólo dejaban entrar a ciudadanos y residentes permanentes de Nueva Zelanda. Aún así, para entrar a Nueva Zelanda había que estar en un hotel de cuarentena durante dos semanas, costeado por el viajero. De esta manera estuvimos muchos meses en los que dentro de Nueva Zelanda hicimos vida normal con cero covid. De esta manera evitaron que la sanidad se colapsara y dieron tiempo a que la vacuna se desarrollara. Yo he estado dos años de pandemia aquí, pero en diciembre de 2021 mi marido y yo decidimos volver a España y quedarnos allí unos meses para pasar tiempo con la familia y amigos. A principios de este año, la variante Ómicron se metió en el país y ahora hay más casos de covid-19 pero la población está altamente vacunada y poco a poco están abriendo fronteras y volviendo más a la normalidad.
- ¿Qué es lo que más echa de menos de Ontinyent?
- Lo que más echo de menos es pasar tiempo con la familia y amigos, pero también echo de menos el clima más soleado y comer una buena paella de vez en cuando. Al vivir en una ciudad aquí en Nueva Zelanda, también se agradece el estilo de vida más tranquilo de Ontinyent y el carácter de la gente valenciana.
- Dada la gran diferencia horaria, ¿cómo se mantiene en contacto con la familia y amistades en España?
- Aunque hay una gran diferencia horaria, que va desde las 10:00 a 12:00 horas, normalmente se puede hablar con familia y amigos o por la noche o por la mañana. Hablo con mi familia casi todas las noches (por la mañana en España) por videollamada y la verdad es que la distancia se hace más llevadera así.
- Cuando en Nueva Zelanda se habla de España, ¿qué valoración tienen los neozelandeses de nuestro país? ¿Qué es lo que más conocen?
- Yo creo que tienen una buena valoración de nuestro país y al ser Nueva Zelanda un país muy joven, les encanta cuanta historia y tradiciones tiene España. Lo que más conocen de España son Madrid y Barcelona, y la paella, aunque probablemente no la paella valenciana tradicional sino más bien la versión que nosotros llamaríamos 'arroz con cosas'.
- ¿Proyecta regresar algún día?
- Aunque nos gustaría volver a España, de momento por la situación profesional estaremos aquí un tiempo más. Desafortunadamente, de momento en España es muy difícil conseguir un puesto de profesor en la Universidad o una plaza de investigador. Si sale una buena oportunidad nos gustaría volver allí o al menos a alguna ciudad europea.