El pasado viernes, vecinos y peatones que transitaban por la calle Pintor Segrelles de Ontinyent fueron testigos de una persecución que parecía más de película que de una ciudad tranquila como Ontinyent. Así, según explican fuentes de la Policía Nacional, los hechos empezaron cuando en uno de los controles rutinarios que los agentes realizan, dieron un alto a un vehículo, pero éste, en vez de parar, emprendió una huida en la que estuvo cerca de arrollar al agente que le dio el alto. En esta huida, explican las mismas fuentes, el vehículo puso en peligro la seguridad no solo de los agentes sino también del resto de personas que circulaban o caminaban por esa calle.
Se inició así una persecución que terminó en la calle Pintor Segrelles, donde el coche fue interceptado. Las mismas fuentes explican que en el vehículo los agentes encontraron un bote de cristal y una bolsa de plástico, en la que había, en total, 203 gramos de marihuana. La Policía detuvo a los dos ocupantes del vehículo