Ayer jueves tuvo lugar una reunión entre vecinos y administradores de fincas de la calle Enric Valor-Avenida Almaig y representantes del Ayuntamiento para avanzar  en una solución a los graves problemas de inundaciones que sufrieron el pasado día 12 y que en las lluvias de 2016 ya también padecieron.
El día 20 mantuvieron una reunión con el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez; el concejal de Obras y Mantenimiento, Manuel Cuesta; y el arquitecto jefe de la Oficina Técnica, Manuel Ángel del Moral y ayer jueves, sobre el terreno, los vecinos escucharon las soluciones que se han buscado, que pasan por la ejecución de una obra que conduzca las aguas pluviales hacia el colector situado en las inmediaciones del Carmelo Ripoll. 
Durante la reunión se explicó que el problema se originó hace unos años, cuando como consecuencia de las obras de la Ronda Sur bajó el nivel de la correntía que acumula el agua que procede de la sierra. A raíz de esos cambios, el agua se desvía hacia la calle Enric Valor y no llega al colector. Por tanto, la solución del problema pasa por volver a conducir el agua hacia ese colector de grandes dimensiones, por medio de una canalización subterránea pero también con la colocación de badenes que conduzcan el agua al lugar apropiado. 
Según explica Manuel Cuesta, calculan que en el punto donde se va actuar confluyen al menos el 65% de las aguas procedentes de zonas como La Forola, Torrater, camí de l’Estació, entre otros.
Actualmente, se está terminando de redactar el proyecto, para a continuación sacarlo a licitación y empezar la obra. Fuentes consultadas explican que en unos seis meses podría estar finalizada esta intervención.
En total, se calcula que la obra tendrá un coste de unos 100.000 euros para las arcas municipales, según fuentes consultadas.
Los vecinos, por su parte, escucharon ayer las explicaciones de los responsables políticos y técnicos en la materia y anuncian que se mantendrán a la expectativa de que este proyecto se ejecute lo antes posible, para evitar que, ante nuevas lluvias torrenciales, la calle Enric Valor se convierta en una auténtica piscina, tal y como ocurrió en 2016 y ahora en 2019.