Convertir dos edificios en ruinas, los situados en los números 11 y 13 de la calle Sant Jaume, cerca de la plaza del Ayuntamiento de Ontinyent, en un edificio de 15 viviendas es el objetivo del proyecto que está preparando una promotora de Valencia y que supondría un importante cambio en esta calle que da acceso no solo a la plaza del Ayuntamiento, sino también a la comisaría de la Policía Nacional y a las dependencias de la Policía Local.
En la actualidad, los edificios situados en Sant Jaume 11 y 13 se encuentran en estado de ruina, ya con bastantes elementos colapsados, hasta el punto de que los escombros imposibilitan el acceso al edificio. De hecho, el deterioro del edificio es tal que el consistorio ya había encargado un proyecto para su derribo y conservación de la fachada para ser ejecutado de manera subsidiaria en el caso de que los propietarios no actuaran. Desde hacía unos tres años había un proyecto, pero quedó en punto muerto, explica Carlos Ferrandis, arquitecto responsable del nuevo proyecto. La actual empresa propietaria optó por modificar ese proyecto, para finalmente planificar 15 viviendas, destinadas al mercado de alquiler.
La conservación de la fachada viene determinada por el hecho de que el edificio de Sant Jaume, nº 11 está incluido en el Catálogo de edificios protegidos en el medio urbano de Ontinyent. El propio catálogo describe la fachada como "academicista, con tres ejes de hueco de balcón recercados y señalamiento de forjados mediante impostas resaltadas".
El proyecto de construcción de las 15 viviendas, redactado por el estudio Cerogrados, contaría con un sótano; planta baja con una zona común, una vivienda adaptada y dos viviendas más (que dispondrían de salón-comedor-cocina, baño, habitación y recibidor); primera planta (con dos viviendas de similar distribución que en la planta baja); segunda planta, con cuatro viviendas más; tercera planta, con cuatro viviendas (dos de las cuales contarían con buhardilla) y una cuarta planta con dos viviendas más.
El arquitecto explica que el proyecto "será muy respetuoso por fuera, pero moderno y atractivo por dentro". Son viviendas, explica, atractivas para un perfil de cliente determinado, como a parejas, a estudiantes...
Según explica Carlos Ferrandis, una vez se obtengan los pertinentes permisos (la Comisión de Patrimonio de la semana pasada le requirió más información sobre la existencia de un escudo y un arco en el interior ) la intención es que las obras de demolición pudieran llevarse a cabo a lo largo del primer trimestre de 2022 y que para otoño de 2023 la obra pudiera estar entregada. Actualmente, están redactando el proyecto de ejecución, pero lo que sí que avanza el arquitecto responsable es que será un edificio que busque la máxima eficiencia energética posible.
Este nuevo edificio de viviendas para alquiler se une al que ya está en marcha en la calle Mayor, concretamente, a la altura de la placeta Latonda, lo que puede contribuir a la revitalización de la calle Mayor.