Ontinyent ha sido una de las primeras localidades que ha impuesto, ya de manera firme, una multa a un hombre por dejar atados sus cuatro perros de caza a bidones de agua.

Los perros fueron detectados en abril, pocos días después de la aprobación de la ley, en un espacio abierto, en la zona de la Baronía, que no era propiedad del amo de los perros, por lo que se dio parte y se inició el correspondiente expediente, que tras su tramitación ha terminado con una multa de 5.000 euros para el propietario de los perros, así como la prohibición de adquisición, tenencia o convivencia con perros durante tres años.

Se da la circunstancia de que, además, tres de los cuatro perros no llevaban chip, otro de los requisitos que marca la nueva ley, pero uno de ellos sí que lo llevaba, lo que sirvió para localizar al propietario.