A sus 24 años, el pasado mes de noviembre de 2023, la ontinyentina Nerea Bernabeu decidió dar un giro inesperado en su vida. Cansada de estar inmersa en la misma rutina de siempre, tras cinco años de duro trabajo en su empresa, Bernabeu supo que era el momento de dar el paso. “Me vine a Baltimore, (Estados Unidos) por necesidad de un cambio. Sabía que era momento de vivir experiencias nuevas y salir de mi zona de confort. Desde siempre he tenido claro mi destino: Estados Unidos”, confiesa la ontinyentina.
Es por ello que, tras investigar cuál era el camino más viable para cruzar el charco, decidió buscar una “host family” o familia de acogida y romper con su rutina para trabajar como AuPair en el extranjero. Tal y como comenta, fue un proceso muy rápido y fácil gracias a la agencia que la ayudó en su búsqueda. “Llevo ocho meses viviendo con ellos y estoy muy a gusto. Tengo muy buena relación tanto con los padres como con los dos niños que tengo a mi cargo. Considero que he tenido mucha suerte, pues este tipo de experiencias no siempre son tan positivas”, asegura Bernabeu.
Cuando se le pregunta por la cultura estadounidense, la ontinyentina contesta que “el concepto que se tiene sobre los americanos en nuestro país es muy diferente a lo que realmente es: viven con muchas prisas, pero es cierto que son mucho más abiertos de lo que pensamos. También son muy educados. Además, cuando llegas aquí te acogen muchísimo, pues los latinoamericanos están muy integrados en la cultura americana y, como hay mucha gente hispanohablante, los propios americanos se prestan a intentar comunicarse en español con nosotros”.
Un aspecto que sorprendió gratamente a Bernabeu fue la seguridad del país. A pesar de las preocupaciones que muchos españoles tienen sobre la legalización de las armas en Estados Unidos, ella confiesa que se ha sentido más segura en Baltimore que, incluso, en algunos momentos o situaciones en España. “Desgraciadamente, el mal existe en todo el mundo. Es algo inevitable e incontrolable. Pero, insisto, sorprendentemente, he vivido experiencias que nunca imaginé en las que me he sentido muy cómoda. En Noche Vieja, por ejemplo, visité Nueva York yo sola y me sentí muy segura”, comenta.
Como suele ser normal, el ámbito que más echa de menos es su familia y amistades. Tal y como cuenta, “la costumbre de salir por las tardes para tomarte una cerveza y luego cenar en algún bar o restaurante solo existe en España”. Parece ser que la vida social es uno de los aspectos que más cambia respecto a otros países. Sin embargo, Bernabeu confiesa aprovechar más los días en Estados Unidos, dada la rutina que tienen establecida. En su cultura, los días empiezan mucho más pronto que en nuestro país y, por lo tanto, todo se adelanta. Las tiendas, negocios y empresas madrugan mucho más y, por lo tanto, el día tiende a ser más largo.
“Antes de venir, me asustaba cómo podía ser mi rutina aquí; el cambio siempre da vértigo. Sobre todo, por la imagen que tenemos los españoles sobre la cultura estadounidense. Nuestra gastronomía es un tesoro y eso es indudable. Echo de menos muchos platos típicos de España, como el jamón, la paella o la tortilla de patatas. Pero es cierto que si quieres, aquí también puedes seguir un estilo de vida saludable”, confiesa la ontinyentina.
Valoración y planes de futuro
En nuestra entrevista con Bernabeu, valora su aventura como muy plena y positiva. “Creo que todo el mundo debería tener una experiencia como esta al menos una vez en la vida. Estoy aprendiendo, viajando y creciendo muchísimo. Estoy disfrutando mucho de mi propia compañía y esto es algo que, si te encuentras sumergida en tu propia rutina y no paras en seco, como era mi caso, no puedes aprender”, explica.
Si a todo esto se le suma la oportunidad de conocer gente internacional, aprender sobre culturas nuevas y gestionar la experiencia de vivir en un país extranjero completamente sola, la ontinyentina confiesa haber obtenido la fórmula perfecta para conseguir un crecimiento personal completo. “Es algo indescriptible; es una experiencia mucho más enriquecedora de lo que la gente puede llegar a plantearse”, asegura Bernabeu.
Sin embargo, cuando toca hablar sobre los planes de futuro, la ontinyentina no suena tan firme, pues confiesa que su plan era vivir en el extranjero durante un año y, tras terminar la experiencia, volver a Ontinyent. Sin embargo, su propia familia de acogida le ha ofrecido estancia y trabajo durante un año más.
Como es lógico, teniendo en cuenta que todo va sobre ruedas, Bernabeu ha aceptado la oferta: “Ambas partes estamos muy a gusto y cuando las cosas funcionan bien, todo es mucho más fácil. Una vez terminen estos dos años, improvisaré. No niego que me gustaría quedarme aquí, pero tampoco niego que me gustaría volver a casa. Ahora mismo no cierro las puertas a nada, creo que es momento de aceptar las buenas oportunidades que puedan surgir en cualquier momento”.
Una vez más, las declaraciones de esta “ontinyentina pel món” suenan inspiradoras para aquellos que se plantean hacer las maletas y volar hacia lo que puede ser la mejor experiencia de sus vidas.