Los exteriores del Círculo Industrial y Agrícola de Ontinyent, en la calle Mayor, fueron el escenario de la primera “Nit a la fresca” organizada por esta entidad. La actividad, que tiene como objetivo revitalizar el Círculo, tuvo el tren como objeto de debate.
La mesa redonda, moderada por el presidente del Círculo, José Luis Torró, tuvo a Basilio Álvarez, Samuel Martínez, Óscar Armengol y a Jorge Rodríguez como participantes.
El estudioso del tren Basilio Álvarez fue muy claro al afirmar que el tren que une Alcoy, Ontinyent y Xàtiva con València “lleva 36 años en el corredor de la muerte”. Álvarez hizo un breve repaso de los inicios de la línea y también destacó cómo primeros de los años 80 se cerró la estación de mercancías de Ontinyent y se quiso trasladar los talleres Miró Reig de Alcoy. El tercer paso era cerrar la línea. Basilio Álvarez también recordó la figura de José Campo para llevar el tren en estas comarcas, mientras que el cronista de la ciudad, Alfred Bernabeu también intervino para explicar la gestión que Luis Mayans hizo para intentar que la línea que uniría València con Madrid pasara por Ontinyent y desde aquí llegara a Almansa, hecho que finalmente no se consiguió.
Por su parte, Samuel Martínez, portavoz de la plataforma “Indignats amb Renfe” ofrecía algunos datos muy elocuentes: en 2018, del total de dinero invertido en infraestructuras ferroviarias, el 80% fue para el AVE, con solo un 3’6% del total de usuarios, mientras que el tren convencional, con un 96% de los usuarios solo recibió un 20% de inversión.
Samuel Martínez criticó que después de la pandemia Renfe haya dejado tan solo dos trenes diarios por sentido, frente a los 4 que había anteriormente. La plataforma ha calculado que los millones invertidos en AVE le cuestan a cada español 1.200 euros, explicaba su portavoz, que apostaba para invertir esas cantidades en el tren convencional, “lo que hubiera hecho que tuviéramos el mejor tren convencional del mundo, adaptado al ancho de vía europeo y todo electrificado”. Martínez también apuntaba a la falta de voluntad política de incentivar el tren.
Interesante también resultaron las aportaciones del ingeniero Óscar Armengol, quien recordaba que en 2030, por normativa europea, todos los países tendrán que mover el 30% de sus mercancías en tren o transporte fluvial, cifra que subirá al 50% en 2050. Ante este hecho, Armingol se preguntaba si los territorios con una buena infraestructura ferroviaria tendrán ventajas. El ingeniero también proponía que una vez el tren procedente de Alcoy llegue a Xàtiva pueda gastar la plataforma de alta velocidad, lo que recortaría el tiempo de viaje. Para este hecho, sería necesaria la renovación de la vía a ancho internacional. Dado que una reforma de la línea sería muy costosa, Armengol proponía hacerla por fases, con una planificación anual.
Aprovechar sinergias con los campus universitarios de Alcoy y Ontinyent fue otra de las propuestas.
Por su parte, el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, recordó las reuniones mantenidas los últimos años con responsables del ministerio de Fomento y de Renfe, en las cuales se les ha explicado que el argumento de no invertir porque tiene pocos pasajeros no es aceptable porque realmente la línea es deficitaria por el mal servicio que da. Jorge Rodríguez destacaba la importancia del tren para evitar el aislamiento, atraer y retener talento. El alcalde de Ontinyent también instaba Renfe/Adif a hacer una mayor difusión y promoción del tren. Jorge Rodríguez reconocía su preocupación por el estado actual del tren y el serio riesgo de su desaparición, pero animaba la ciudadanía a seguir reivindicándolo. A continuación, se abrió un turno de preguntas entre el público asistente.