- ¿Qué le llevó a dejar Ontinyent para marcharse a Inglaterra?

- Resido en Worthing. Llevo 16 años en Reino Unido. Vivía en Ontinyent, pero en el año 2009 me quedé sin trabajo. Así que decidí cambiar de aires. A través de una agencia encontré trabajo. Mi primer lugar de residencia fue Leeds. Poco a poco fui bajando hacia la costa, que es donde vivo ahora. Mi primer trabajo fue limpiando habitaciones, como la mayoría de gente que viene aquí. Luego pasé a trabajar como camarera. Desde el año 2018 estoy como profesora en un colegio, me he cualificado aquí. Actualmente, me va muy bien. Estoy muy contenta. Además, en marzo me casé con un chico que conocí en Londres. Es de Colombia, por lo que la boda la celebramos allí.

- ¿Qué tipo de cualificación se ha sacado en Reino Unido?

- Es una titulación que permite ayudar a la maestra, pero al obtener el nivel 3, ya te permiten dar la clase sin presencia de la maestra. Gracias a eso puedo estar en una clase sin que esté la maestra. Ahora mismo, estoy formando un club de español. Me han propuesto para septiembre un contrato para llevar un club de ingleses que quieran aprender español y muy bien pagado, todo sea dicho. Yo aprendí aquí inglés así: después del trabajo, iba a las clases que se impartían en los clubs.

- ¿Qué destacaría de la localidad donde vive, Worthing?

- Es un pueblo que tiene mucho mar, una zona céntrica con su teatro, cine... Tiene de todo. De hecho, mucha gente prefiere venir aquí antes que ir a Brighton, por ejemplo, donde hay mucha más jaleo y bullicio. En general, la población es mayor, hay mucha residencia para personas mayores y no porque estén mal, sino porque aquí, a partir de una edad, prefieren estar en una residencia y que les cuiden a estar en casa solos.

-¿Qué visión ha notado que se tiene en España?

- Nos consideran mano de obra. Dicen que somos muy escandalosos y que tenemos mucho temperamento, pero al mismo tiempo, a los británicos los españoles les caemos muy bien. Y si encima dices que eres de Valencia, ya te adoran. Pero dado que son muy fríos, les cuesta relacionarse. Ellos creen que venimos aquí solo a trabajar y no entienden que también podamos tener una vida social.



- ¿Qué es lo que más echa de menos de Ontinyent?

- La gente, la comida... y yo que vivía por la zona de San José, también echo de menos las terracitas, el "cafenet"... Y especialmente la comida.

- ¿Le llegó a afectar el Brexit?

- Por una parte, tuve que cambiar mi carnet de conducir, de español a inglés, porque si no lo hacía no me dejaban conducir.

Antes del Brexit para venir a Reino Unido no te pedían un nivel de inglés. Ahora sí que te lo piden, así como el visado y otros papeles que antes no hacían falta. Cuando yo vine no me pidieron ningún nivel de inglés. Ahora sin el idioma (un nivel mínimo de B1) y sin una titulación, no te van a coger.

Creo que también se ha vuelto una sociedad más racista. Les hace falta mano de obra, pero por todas esas exigencias, no los cubren y por eso, estamos en recesión. Ahora necesitas obligatorio el pasaporte para viajar. A los españoles no nos aprietan tanto, pero por ejemplo, mi chico, que es colombiano, aún está a la espera del visado. Llevamos muchos meses de papeleo, desde diciembre del año pasado y con un coste económico muy alto.

- ¿Cada cuánto vuelve a Ontinyent?

- Normalmente, un par de veces al año, en agosto y después de Navidad.