La entrevista concedida por Marcos Soler a LOCLAR,  profesor y jurista ontinyentí con un currículo académico y profesional de lo más exitoso en los Estados Unidos de América y en España, más allá de su intrínseco y notable interés por conocer cómo se puede llegar a despeñar las importantes responsabilidades que ha tenido y tiene en la administración judicial y civil de Nueva York, suscitó una duda entre los paisanos que conocen quiénes son sus padres y provocó algún reproche fraternal por la que se creía podía ser una errata periodística. “Su primer apellido es González” me llegaron a decir. Lo más cierto es que era del todo conveniente leer al completo sus declaraciones para entender las razones porqué el Marcos Soler de los USA es el Marcos González Soler de su DNI español. 

Los ciudadanos estadounidenses y británicos, entre otros más a lo largo y ancho del mundo, usan sólo un apellido y, por contra no tienen inconveniente alguno en tener nombres propios compuestos. Cómo no recordar los nombres de John Fitzgerald Kennedy,  Martin Luther King y Winston Leonard Spencer-Churchill. Cuando Marcos Francisco González Soler –así lo cuenta el mismo—tramitó la tarjeta de la Seguridad Social en EEUU, la persona que lo atendió vio que el nombre era muy largo y decidió suprimir el González.

AYUSO, FEIJÓO Y ZAPATERO
Estos días en que se ha producido el relevo en la presidencia de la Generalitat Valenciana, se especula –no sin cierta ociosidad por parte de quienes lo hacen, entre los que me encuentro -- si el apellido que prevalecerá a la hora de referirse periodísticamente a Juan Francisco Pérez Llorca será Pérez, Llorca o ambos. Por los primeros titulares de prensa que hemos visto desde su elección por las Cortes Valencianas, parece que va ganando “presidente Llorca”, pero sin que todavía esté asentado del todo en los titulares de prensa que, de momento, alternan todas las posibilidades. De imponerse el Llorca no haría sino sumar su caso a los de otros dirigentes del Partido Popular. 

Véanse lo ocurrido tanto con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, para quienes el uso social y mediático ha terminado por imponer el apellido materno y los medios informativos y en el mismo PP se les menciona con toda naturalidad como Ayuso o Feijóo, por tratarse de apellidos que gozan de cierta singularidad y hasta no menor sonoridad. Sin embargo, a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se la nombra como tal sin que Pérez, su apellido materno, haya terciado en algún momento, como sí ocurrió con José Luis Rodríguez Zapatero que casi, casi se quedó sin Rodríguez en favor de Zapatero y más aún por el ZP, mientras que el Gónzalez de Felipe nunca cedió ante el Márquez. Ni tampoco el alcalde de Ontinyent, pese ser Rodríguez, no se vio sobrepasado por el Gramage.

EL APELLIDO DE LA MADRE
La vigente legislación española en materia de filiación permite desde su reforma en noviembre de 1999, frente  la que había sido costumbre y uso,  poner por delante del apellido paterno el  materno a la hora de inscribir en el Registro Civil al hijo o hija. Una decisión que se hizo posible por la presión de grupos  feministas que lo consideran otra conquista y triunfo de la mujer frente al patriarcado carpetovetónico, pero en este caso con un apellido como Bonmatí. Al igual que se ha comentado días pasados el caso del paisano Marcos González Soler, también fue objeto de curiosidad la historia familiar de la tres veces ganadora del mayor reconocimiento futbolístico femenino en Europa, el preciado “Balón de Oro”, concedido en los años 2023, 2024 y 2025, Aitana Bonmatí Conca, por cuyas venas corre sangre ontinyentina como hija que es de Vicent Conca, sangre catalana de su madre Rosa Bonmatí. Cuando nació Aitana en 1998 la legislación ordenaba que el primer apellido del vástago al que inscribir en el registro civil debía ser el del padre, pero Vicent y Rosa de común acuerdo se las idearon para burlar la que consideraban una imposición decidieron que Aitana fuese inscrita sólo como hija de Rosa y por tanto con sus apellidos. 
Hecha realidad la reforma legislativa, los padres de Aitana, ambos profesores de Lengua y Literatura Catalana, añadieron el apellido Conca a su hija Aitana. No pongo punto final a estas líneas sin desearle a la gran jugadora que es Aitana una rápida y total recuperación de la fractura de fémur que ha sufrido y que ha hecho necesaria una intervención quirúrgica, lo que le va a costar  perderse todas las competiciones tanto de la Selección Española como del Barça en los próximos seis meses.