Soy de los que recicla. De los primeros en el tiempo que contribuye a la clasificación de los residuos, pensando que no era la mismo arrojarlos todos al mismo contenedor, sino que valía la pena separar papel, cartón, vidrio y plásticos de los restos de comida. Ahora se nos anuncia que la “fracción orgánica será la futura protagonista en la recogida de residuos en Ontinyent”. Estupendo, siempre y cuando se nos informe con detalle y que se nos enseñe qué tirar y dónde hacerlo. Semanas atrás, en plena labor de depositar cada residuo en su sitio, observé que a mi lado estaba un paisano dejando cajas de cartón en un contenedor de basuras. Metiéndome en donde no me llamaban, le dije que era una lástima utilizar los contenedores de basura para cartón. El hombre, muy correctamente, porque otro me podía haber enviado a escardar cebollinos, me dijo que estaba escarmentado. Que por haber dejado unos cartones fuera de su contenedor, porque estaba atiborrado, había recibido una multa porque su nombre figuraba en una etiqueta, y dado que  volvían a estar hasta los topes el depósito de papel y cartón, los tiraba en la basura y se evitaba la multa. Comento lo de las basuras porque si ahora ponen un quinto contenedor, por favor, que se nos diga donde tiene que ir cada cosa: ¿Una maceta de plástico va a envases? ¿Y el corcho blanco? ¿A dónde tirar el papel con que te envuelven la carne? Si cada cosa tendrá un sitio y habrá sitio para cada cosa, que nos lo expliquen, por favor.  

LOS NOMBRES DE LOS FOTÓGRAFOS
Sólo a modo de sugerencia. Tan interesante como preciosa es la exposición que la Agrupación Fotográfica d’Ontinyent ofrece en el Palau del Barons de Santa Bábara (calle Mayans, 25). Se pueden ver paisajes de nuestras tierras; creaciones sin más modelo que unos maniquís; monumentos conocidos y se nos ofrecen otros. No digo más y recomiendo visitarla cuanto antes, porque sólo estará abierta hasta el viernes 31. Una lástima que el pequeño impreso anunciador sea de lo más escueto y no incluya los nombres de los fotógrafos que no en todos los casos es posible conocer por no figurar el autor al pie de las imágenes. Enhorabuena.

SÓLO UN ESPAÑOL EN EL REAL MADRID
Es del todo criticable que la final de la Supercopa de España no se juegue en España y haya terminado en un país árabe por el peso de los petrodólares y las ganancias (léase comisiones) que hayan podido obtener quienes han intervenido en la exportación de la final de Supercopa. En mi caso, después de sufrir una nueva, pero que ya comienza ser vieja, decepción en El Clariano al perder frente al Soneja (municipio de Castellón con un censo de 1.500 habitantes) ver el partido entre el Real Madrid y el FC Barcelona siempre tiene alicientes por las posibilidades de ver en acción a jugadores excepcionales –como Mbappé y Vinicius o Lamine Yamal y Raphina, entre otros también portentosos. Me llamó la atención que en la alineación inicial del  equipo, que los más separatistas consideran es la misma esencia de lo español, sólo hubiese un jugador nacido en nuestra patria, mientras que el Barça –més que un club y todo eso – alienaba seis jugadores españoles. ¿Contradictorio? El caso es que al final tanto los jugadores del Madrid como los del Barcelona, que ganaron con notable superioridad, recibieron medallas que colgaban de una cinta con los colores de España, sin que a ninguna de ellos les provocase un sarpullido.

HOY HACE UN AÑO
Cada cual cuenta la historia según cree que la vivió. Yo puedo decir que hace un año –y así lo publiqué pocos días después en estas mismas páginas –gracias a Dios y a mi ángel de la guarda, que no libraba esa tarde, me ayudó a que el coche que yo conducía a la salida del túnel de l’Olleria se fuese hacia la derecha, sin causar perjuicio a nadie ni a nada más que a una valla metálica que sobrepasé. Este 17 de enero puede decir que he cumplido un año. No he sido devuelto al balbuceo inicial ni al primer llanto cuando mi madre bendita me parió, pero desde el susto  decidí afrontar la vida de otra manera, sin cogerme un berrinche por una tontería, siendo más indulgente con mis propios pecados, y los ajenos, siempre y cuando no supongan daño alguno a terceros ni a nadie de la familia. Y así espero seguir cumpliendo los más que Dios quiera.  

LOS ESTAFADORES,  A SACO
Y más aún lo hacen contra las personas mayores, aprovechándose de nuestros déficits para con nuevas tecnologías y manejo de cuentas y tarjetas. Por favor, nada de hacer caso a mensajes, WhatsApps ni llamadas telefónicas en las que nos avisan de cuentas bloqueadas; de una hija que se ha quedado sin teléfono y pide un bizum a la cuenta de una amiga; de actualización de la cuenta para seguir cobrando la pensión.  Son estafadores todos los que recurren a esas tretas. Por favor, ningún caso a estos malnacidos. Ante la más mínima duda, nos acercamos  a la caja de ahorros o el banco y que nos digan en persona cuál es el problema. Y mucho ojo, porque aprovechándose de la inteligencia artificial podemos recibir un mensaje con la voz de alguien muy conocido, pariente próximo que incluso con su imagen nos está pidiendo ayuda. No pique, por muy real que pueda parecer el mensaje. La policía sugiere que cuando un pariente próximo necesite pedirnos un favor, que incluya una palabra clave pactada entre usted y él. Y algo que resulta fundamental del todo: antes de hacer bizum o transferencia, que con tanta urgencia y necesidad le reclaman, llame a quien se lo pide, porque en más de una ocasión usted, que se ha quedado sorprendido por el mensaje de que a la niña le han robado o perdido el teléfono, más se sorprenderá si le contesta y le dice que está estupendamente.