Mal debut de Diana Morant

Mejor haría la pluriempleada ministra en tomar buena nota de cómo la gastan algunos de sus compañeros. Y eso que en su Gandia natal bien podía haber recibido lecciones particulares de la capacidad y vocación de enredo que tiene acreditado alguien como José Manuel Orengo y su clan.
La secretaria general del PSPV, Diana Morant, que resultó nombrada digitalmente por Pedro Sánchez –en este caso ni primarias ni leches – se ha llevado el primer coscorrón. Su apoyo al alcalde de Riba-roja, Robert Raga, para que le disputase al de Mislata, Carlos Fernández Bielsa la secretaría provincial, ha debido resultarle frustrante y le ha supuesto el primer varapalo de los muchos más que le esperan fruto de las desavenencias y pugnas en las que el socialismo valenciano entretiene sus ocios tras haber perdido gran número de alcaldías y las diputaciones. Y seguirá entretenido, porque la victoria de Fernández Bielsa la ha dejado en el aire la Comisión de Ética del PSPV, tras denuncia de Raga que ha impugnado los resultados de Manuel y Corbera, por haberse contabilizado más votos que los emitidos. También en Sedaví pudo producirse un pucherazo, mientras que en Llíria ha sido la candidatura de Bielsa la que ha denunciado que no se pudo votar durante tres horas, porque se fueron a comer los responsables de controlar la elección. La pugna puede terminar en recursos ante la Secretaría de Organización del Comité Federal, en manos de Santos Cerdán, lo que puede prolongar el suspense y dejar en el aire el resultado final de una elección de lo más enconada. Sea la que sea la decisión final, la familia socialista valenciana seguirá tan enfurruñada como enfrentada está. Si Diana Morant creía vivir su mandato plácidamente –lo que antes se decía “por su cara bonita”-- va lista. Y mejor haría la pluriempleada ministra en tomar buena nota de cómo la gastan algunos de sus compañeros. Y eso que en su Gandia natal, de la que consiguió la alcaldía por el voto de un renegado del PP, puesto que la candidatura del asesinado Arturo Torró fue la más votada, bien podía haber recibido lecciones particulares de la capacidad y vocación de enredo que tiene acreditado alguien como José Manuel Orengo y su clan.