Conociendo a mi amigo estoy convencido de que mientras pueda – y le deseo una vida centenaria que él estoy seguro que tratará de alcanzar– nunca dejará de tomarse su tiempo y cada año volverá a escribir, a mano y usando pluma estilográfica cargada con tinta verde, una felicitación que pondrá en un sobre y con el franqueo postal correspondiente confiará al servicio de Correos para que me llegue a tiempo, como así ha sido una vez más. La suya ha sido la única recibida este año. En otros tiempos, que ya comienzan a perderse entre brumas, se enviaban y recibían tarjetas de Unicef u otras, como las que reproducían cuadros de artistas que por una invalidez se valían de la boca o los pies para pintar sus cuadros. Las remitían amigos, conocidos, empresas, bufetes de abogados. El uso y costumbre del christmas ha ido perdiendo protagonismo a favor de felicitaciones que te llega vía whatsapp o correo electrónico, en paralelo a la disminución progresiva del papel impreso como difusor de noticias. Las ediciones electrónicas de los diarios, ofreciendo el mismo formato del que todavía se imprime en papel, ganan audiencia a costa de éste. También el papel moneda cede el paso a las tarjetas o terminales móviles con que se abona hasta el pago de un carajillo. Pues eso, el ”o tempora, o mores” de Marco Tulio Cicerón en su primera Catiliniaria, no deja de ser la exclamación que viene hecha a propósito del comentario con su toque de nostalgia: “¡Ay qué tiempos, qué costumbres!”
CAMBIOS TAMBIÉN EN LOCLAR
Nuestros lectores notarán, en la primera edición de este su periódico del año próximo, el cambio de la calidad del papel sobre el que ha venido imprimiéndose en los últimos años. Razones de carácter técnico obligan a quien ha sido nuestro proveedor tipográfico desde el primer número de LOCLAR, Mediterráneo Proceso Gráfico, a interrumpir su servicio. En su caso, un daño colateral de la DANA que tantos estragos ha producido en vidas, bienes y servicios de más de setenta pueblos de Valencia. Daños que, siendo peores las pérdidas de más de doscientos vecinos, no dejan de causar pasmo a los estudiosos que, en muchos casos tienen que frotarse los ojos cuando ven que el cómputo de miles de millones de euros en pérdidas crece, a medida que se conocen valoraciones que afloran según va desapareciendo el fango que se adueñó con tanta vesania de viviendas, locales comerciales y naves industriales.
LOS REYES CON LA DANA
La presencia de la Familia Real al completo, el pasado domingo en la zona cero de la DANA, ha ratificado la percepción de que don Felipe y doña Leticia han querido estar al lado de quienes peor lo están pasando por las riadas y sus trágicas consecuencias. Los Reyes no tienen según la Constitución Española un papel ejecutivo, pero lejos de encerrarse en de La Zarzuela y protagonizar sólo actos de mera representación, han decidido hacer uso del valor que tiene su imagen a ojos del ciudadano. Y al igual que en los viajes, que ya suman cuatro, que ya han hecho a Valencia desde el 29 de octubre, el domingo se presentaron en Catarroja. Una presencia que ha sido criticada por su alcaldesa Lorena Silvent, molesta por no haber sido avisada. Pero criticar –muy en la línea de su partido sanchista - la presencia de los Reyes parece responder al propósito de dirigentes socialistas por equilibrar las valoraciones ciudadanas entre la imagen de un presidente que se las piró para no escuchar las manifestaciones de vecinos que se sentían desasistidos por las autoridades, y los cariñosos aplausos de unos Reyes en sus visitas a municipios afectados por la DANA.
RESPALDO Y CALOR POPULAR
Cada vez que lo han venido, los Monarcas han podido comprobar la estima de miles de valencianos que querían saludarles y agradecerles el calor humano que ellos han querido y sabido trasmitir en lo que es a todas luces un cambio del rol de la jefatura del Estado. Viendo las muestras de afecto que les dispensaban los vecinos de Catarroja se entiende el miserable y modo de hacer política y los celos de su alcaldesa, Lorena Silvent, que mejor haría en conseguir del secretario general de su partido y presidente del Gobierno, que se dejase de hacer promesas como las que hace por miles, pero siendo muy de desear que las cumpla en tiempo y forma, para que sean efectivas y no mera propaganda.
LAS AYUDAS DE JUAN ROIG
Sensiblemente mayor es el porcentaje de la Generalitat Valenciana en la entrega efectiva y real de ayudas a los damnificados que el proporcionado por el Gobierno de España. Muchas de esas ayudas llevan gusano incorporado. A ver. ¿En cuánto se quedan por la reposición del coche perdido, si al adquirir el nuevo habrá que pagar IVA e impuesto de circulación, tributos de los que deberían quedar exentos los perjudicados que perdieron sus coches?
Mientras voceros oficiales del Gobierno de España tratan de colgar medallas a sus mandamases, diciendo que cada día se conceden más y más ayudas y subvenciones, la percepción de los afectados es diametralmente opuesta, al comprobar a diario el muy elevado nivel de incumplimiento. Justo lo contrario de lo que ocurre con las ayudas estatales, son las proporcionadas por el presidente de Mercadona, Juan Roig, que muy a la contra de maledicentes, se ha dedicado a entregar con prontitud y eficacia, ayudas tanto a empleados como a vecinos afectados, que, además, no han tenido que sufrir el suplicio burocrático y enrevesado de instancias y papeles que eternizan y agobian al destinatario.