La Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzheimer y otras demencias de Ontinyent (AFAO) contará con un nuevo punto para talleres de memoria en el barrio de San Rafael, como ya avanzó este periódico semanas atrás.
Ahora se concretan aspectos como la ubicación del local, que se situará en la calle Gaspar Blai Albuixech, lo que era el antiguo Hogar del Jubilado, y acogerá hasta 100 usuarios. El Ayuntamiento de Ontinyent ha optado por comprar este local, que era propiedad de La Beneficència, en lugar de alquilarlo, por un precio de 120.000 euros. Esta compra supondrá el fin de la cesión de la planta convertida en aulas de las dependencias de la Policía Local, que se había utilizado como solución intermedia. “Las necesidades han ido a más y esto ha obligado a buscar otras soluciones”, así lo afirmó ayer en rueda de prensa el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez. Unas necesidades que se hacían evidentes, ya que la lista de espera para estos servicios era cada vez más alta. “Era proyecto más que necesario ya que la lista de espera ronda las 60 personas”, comentó José Ignacio Terol, presidente de AFAO, quien agradeció la implicación del Ayuntamiento.
Desde el consistorio afirman que con esta adquisición se consiguen dos objetivos. Por un lado, contar con un local de 800 m2 que puede servir para cualquier uso público a futuro, y por otro, “ayudamos a la Beneficència, que ha abierto una campaña para recaudar fondos”, explicaba el primer edil. Estos 800 m2 se repartirán de tal manera que 380 m2 se destinarán a AFAO con total independencia, mientras que el resto será de uso destinado a la asociación deportiva Cepivall (Colectivo de Deportistas para la Integración Vall d’Albaida).
Baldo Molinero, arquitecto encargado del proyecto de adecuación de este local, que supondrá un coste de 190.000 euros financiados a través de la Diputación de Valencia, explicó que se habilitarán dos grandes salas para actividades diversas. Una se dedicará a enfermos en estado más avanzado, y otra a usuarios de los talleres de memoria. Además, se reformará el local de manera que tenga la mayor cantidad posible de luz natural “para seguir criterios de sostenibilidad”, explicaba el arquitecto. “Queremos que su aspecto se asemeje más a una casa que a un sanatorio”, destacó Molinero, “ya que la intención es que se sientan lo más a gusto posible”. También se habilitará un espacio de descanso, varios aseos para personas con movilidad reducida y una conexión entre el local de AFAO y Cepivall que pueda facilitar futuras colaboraciones.
El proyecto se presentará a finales de junio y de ahí se pasará a la fase de contratación, que puede durar cuatro meses. Se prevé que las obras empiecen en el mes de diciembre.