Ens Uneix, a través de la vicepresidencia primera de la Diputación de València, está ultimando un protocolo de colaboración con la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) que permitirá asegurar la continuidad de las actividades de la entidad después del drástico recorte presupuestario impuesto por Vox al Consell. Un recorte del 25% del presupuesto, que reducía el presupuesto de la AVL de 3,9 millones de euros en 2024 a 2,9 millones en 2025, lo que deja solo 815.000 € para actividades culturales y educativas.
En este contexto, la vicepresidenta Natàlia Enguix destaca que “como partido responsable no podemos quedarnos con los brazos cruzados ante unos recortes impuestos por Vox que atentan contra uno de los pilares de nuestra identidad: la lengua valenciana. Nuestra cultura y nuestra historia se preservan a través del valenciano, y es responsabilidad de las instituciones protegerla”. En este sentido, Enguix remarcaba que “esta intervención desde la Diputación es una respuesta decidida para asegurar que la lengua, la cultura y los valores de nuestro pueblo continúen presentes en la vida de todas las generaciones”. "Un protocolo que será posible gracias a la presencia de Ens Uneix en la Diputación de València, porque somos el elemento clave que hace posible esta protección a través de este protocolo, demostrando que la política puede actuar como garantía del patrimonio cultural y lingüístico, y que no aceptaremos que recortes de intereses partidistas ponen en riesgo nuestra identidad”, destacaba Enguix.
El protocolo, todavía pendiente de definición en algunos detalles técnicos, prevé que la Diputación, a través de sus áreas competentes —Cultura, Comarcalización, Institución Alfonso el Magnánimo e imprenta Provincial— ejecute directamente los proyectos que la AVL ahora mismo no puede asumir. Hay que destacar que no se trata de una subvención, puesto que una institución estatutaria no puede recibirlas, sino de un mecanismo de apoyo directo que garantiza que ninguna actividad esencial relacionada con la promoción y uso del valenciano se paralice. Esta aportación podría rondar los 200.000 € para los años 2025 y 2026, destinada a proyectos como la reedición de cómics para público infantil y juvenil, las iniciativas de ‘el Escritor del Año’, que el 2026 homenajea el periodista Almela y Vives, y los espectáculos de música, teatro y cuentacuentos a escuelas e institutos. La idea es que la Diputación ejecute los trabajos que ahora mismo la AVL no puede asumir, asegurando que los proyectos continúan en marcha y no se pierden.
En palabras de Natàlia Enguix, “con este protocolo, Ens Uneix no solo protege la continuidad de las actividades de la AVL, sino que pone de manifiesto nuestra manera de hacer política: no toleramos que recortes motivados por intereses partidistas debiliten la lengua y la cultura valenciana. La intervención desde la Diputación muestra que, cuando la política actúa con responsabilidad, se pueden preservar los pilares fundamentales de nuestra identidad y garantizar que las nuevas generaciones hereden un patrimonio cultural y lingüístico firme y reconocido”, remarcaba.
Ya en el pasado abril, después de conocer las intenciones las presiones de Vox al Consejo, la vicepresidenta Natàlia Enguix mantuvo una reunión de trabajo con la presidenta de la AVL, Verònica Cantó, donde se constató la buena sintonía y la voluntad de reforzar la colaboración histórica entre ambas instituciones. Este encuentro sirvió para establecer las bases de coordinación que permitirán que las actividades de la AVL continúen en pleno funcionamiento a pesar de los recortes. Cantó señaló ya en aquel momento que “la colaboración con la Diputación garantiza la unidad y el consenso en la promoción del valenciano y asegura que los proyectos culturales y educativos llegan a toda la sociedad”.
Con este protocolo, Ens Uneix vuelve a demostrar su capacidad decisiva a la Diputación de València con su vicepresidenta porque “estamos cumpliendo lo que dijimos que haríamos cuando entramos en el gobierno la Diputación: defender nuestros pueblos, la cultura, la historia y nuestra lengua alejada de intereses partidistas”, concluía Enguix.