La devastadora DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó la Comunidad Valenciana el 29 de octubre dejó un rastro de destrucción en el comercio local del que muchas personas aún no se han podido recuperar. Más de 8.000 empresas se vieron afectadas por las fuertes lluvias, inundaciones y daños colaterales, de las cuales entre el 70 y 80% experimentaron daños severos o moderados. Entre las principales dificultades destacaron la falta de recursos básicos como agua y electricidad, así como la carencia de una cobertura adecuada por parte de las compañías de seguros. Muchas empresas aún esperan el pago de sus pólizas, lo que ha exacerbado su situación financiera.
“Tras seis meses ya desde la riada, se hace necesario que se apliquen medidas efectivas para conseguir la tan esperada recuperación. Por ello, hemos solicitado que se adelante a los comercios el 50% de las indemnizaciones del Consorcio y que se multipliquen por cinco las ayudas directas. La situación es insostenible y el comercio no puede esperar más. Todavía hay expedientes de comercios en el Consorcio que aún no se han resuelto” explica Amparo Barroso, secretaria general de Confecomerç, agrupación de comerciantes que aglutina a más de 200 asociaciones sectoriales y territoriales en la Comunidad Valenciana.

“La situación aún continúa siendo muy complicada para muchas empresas. Después de la DANA, nos encontramos con comercios que no solo han perdido sus productos, sino que también enfrentan la falta de infraestructura básica para continuar operando. A esto se suma la incertidumbre por los pagos de los seguros, lo que hace aún más difícil la recuperación”, indica. 
Desde Confecomerç destacan la necesidad de una respuesta continuada y coordinada para apoyar la recuperación total del comercio valenciano. “El tiempo corre en contra de los comercios que intentan recuperarse. Es necesario que tanto el gobierno central como las autoridades autonómicas trabajen de manera conjunta para aportar los recursos necesarios para llegar a la ansiada normalidad”, en palabras de Amparo Barroso.
La situación de un importante porcentaje de los negocios afectados por la DANA continúa siendo alarmante. Se calcula que alrededor de 8.000 comercios en la zona metropolitana de Valencia se vieron gravemente impactados, con muchas pequeñas y medianas empresas enfrentando pérdidas irrecuperables. 
“Muchos negocios no tienen recursos suficientes para reparar sus instalaciones y seguir operando. En algunos casos, las reparaciones son tan costosas que parece una misión imposible. Es urgente que el gobierno facilite ayudas directas”, manifiesta Barroso.
Uno de los principales puntos de fricción para los empresarios es la falta de cobertura por parte de los seguros. A pesar de haber pagado sus pólizas durante años, muchos negocios no han recibido el apoyo necesario para hacer frente a los daños provocados por la DANA. Los retrasos y la falta de respuestas por parte de las compañías de seguros han dejado a muchas empresas en una situación financiera muy difícil.
“Las compañías de seguros no están cumpliendo con lo prometido. La ayuda no llega y muchas empresas están viendo cómo se hunden sin poder obtener el respaldo que necesitan. Es fundamental que se agilicen estos procesos y que el gobierno central intervenga para que no se pierdan más negocios”, destacó Inmaculada López, una de las máximas responsables de ACEMASS (Asociación de Comerciantes y pequeños empresarios de Massanassa) con tono preocupado. “El consorcio ha actuado a la baja en muchos casos y los comerciantes que tenían dos o más locales sólo han obtenido una ayuda de 5.000 euros, una cantidad irrisoria que no les ha dado margen de maniobra”, indica Inmaculada López. “Aunque calculamos que entre el 60% y el 70% de los comercios han podido reabrir, cada vez conocemos más casos de locales que han echado la persiana para siempre”, observan desde Massanassa, una de las localidades más afectadas el pasado 29 de octubre.
Otro de los municipios en el que la DANA causó mayor impacto fue Paiporta. Allí ,desde ACOPA (Asociación de Comerciantes de Paiporta), Silvia Muñoz remarca que alrededor de un 15% de comercios que se vieron afectados por la DANA no volverán a abrir. “La rentabilidad de muchos locales se ha vuelto tan negativa que reconstruir es, en algunos casos, una utopía”. La gerente de ACOPA explica que “los empresarios y comerciantes de edad avanzada se han quedado sin margen ni fuerzas para revertir una situación catastrófica”.

Propuestas para la recuperación económica
En cuanto a las posibles soluciones, Barroso propone una serie de medidas urgentes para prevenir más cierres de negocios y asegurar la estabilidad económica de la región. Entre estas, se encuentran la suma de apoyos financieros inmediatos, cobertura de seguros adecuada y un enfoque integral que involucre tanto al sector público como al privado.
“La clave está en trabajar de manera colaborativa. Los negocios no pueden hacerlo solos. Necesitamos de la solidaridad de la comunidad, de las asociaciones locales, pero también del respaldo del gobierno. Un plan integral de ayuda es lo que garantizará que podamos salir adelante”, subraya Barroso.
Además de los efectos sobre las empresas, la DANA también ha tenido un fuerte impacto en las comunidades locales. La pérdida de empleos y la presión sobre los comerciantes de los municipios afectados son solo algunas de las consecuencias que se están viviendo en la región afectada.
“Es fundamental que protejamos a nuestros negocios locales. Son el corazón de nuestras comunidades y su cierre tendría repercusiones mucho más allá de lo económico. Los empleos que se pierden no solo afectan a los empresarios, sino también a los trabajadores y a sus familias”, apuntó la secretaria general de Confecomerç.
En este contexto, la colaboración entre los negocios y las asociaciones locales está siendo clave. Desde el primer momento, las asociaciones están proporcionando información, asesoramiento y apoyo a los afectados, mientras que las iniciativas comunitarias están ayudando a paliar los efectos de la crisis.

Las asociaciones de comerciantes de los municipios afectados no han ahorrado esfuerzos a la hora de lanzar campañas para concienciar a los vecindarios de la importancia de dar su apoyo para que las localidades no se conviertan en lugares sin servicios tal y como se han conocido desde hace décadas. “No hemos parado de lanzar campañas”, apuntan desde ACEMASS, “y la respuesta del vecindario ha sido excelente. Ellos son los primeros que esperaban la reapertura de los negocios para que las calles volvieran a tener vida”, afirma Inmaculada López. “Tener un comercio local fuerte hace fuerte a una ciudad”, asevera por su parte Silvia Muñoz, y subraya que “la fuerza, la valentía y la capacidad de renacer han sido, una vez más, ejemplares en los comercios de proximidad”.

Respuestas insuficientes y perspectivas de futuro
Las autoridades nacionales y regionales han tomado medidas para apoyar a los negocios, pero según Barroso, la respuesta ha sido insuficiente en comparación con la magnitud de los daños: “El gobierno tiene que ser más ágil en su respuesta. La burocracia no puede seguir siendo un obstáculo cuando hay vidas y empleos en juego. En casos tan impactantes como en el de la DANA necesitamos medidas rápidas y eficaces para evitar que más empresas se vean forzadas a cerrar”.
Otro desafío importante es la falta de acceso a crédito. Muchos negocios no pueden acceder a los préstamos necesarios debido a los estrictos requisitos de los bancos, lo que agrava aún más su situación.
“La banca debe ofrecer condiciones más flexibles. Los préstamos tienen que ser más accesibles para los negocios que luchan por sobrevivir. Es el momento de apoyar a nuestros empresarios y autónomos, no de imponer barreras adicionales”, añade Barroso.
A pesar de las dificultades, la Comunidad Valenciana se mantiene unida. Las iniciativas de apoyo y solidaridad están marcando la diferencia para muchas empresas que siguen luchando por mantenerse a flote. Como afirma Barroso: “Si algo ha quedado claro en estos días tan difíciles, es que la fuerza de nuestra comunidad y la solidaridad entre los comercios son nuestra mayor esperanza para salir adelante.”
Finalmente, Barroso destacó la importancia de mantener una visión positiva en medio de la crisis: “Aunque la situación es complicada, seguimos luchando por la recuperación total. Si mantenemos la unidad y la colaboración, podremos superar esta tragedia. Es fundamental que todos, desde las autoridades hasta los propios ciudadanos, sigamos trabajando juntos para recuperar nuestra economía local”.