Antes de continuar leyendo la letra menuda de la información que el pasado viernes aparecía en la web de LOCLAR busqué la fecha en que se publicaba. No, no era el 28 de diciembre como cabía pensar a la vista de tantos anuncios, promesas y compromisos leídos y escuchados en los últimos treinta años sobre la modernización de la línea Alcoi-Ontinyent-Xàtiva y que habían quedado en  sucesivos incumplimientos y, por tanto, en reiteradas trolas o embaucamientos. 
¿Y por qué preferí pensar que esta vez sí, que sería realidad la adjudicación por importe de 84,14 millones de euros para la renovación integral de esa vía férrea? Me acordé de aquella referencia de que hasta el reloj parado da dos veces al día la hora correcta, lo que no deja de ser un ejercicio de benévola ingenuidad por mi parte, habiendo sido tantas las veces que los anuncios de  modernización de esa vía nunca pasó de falsas promesas. O promesas de Sánchez, que no es mentira como todo el mundo sabe, sino cambio  de opinión.


Aquí, además contumaces cambios de opinión, todos y cada uno de los propagandísticos anuncios, han terminado en vía muerta. Sin que, además, ningún grupo político pueda criticar al adversario por incumplimiento. Porque unos y otros modo reiterado han sido responsables. Sería muy de desear, y así deberíamos exigirlo desde Ontinyent, que la adjudicación e inicio de esas obras sea inversamente proporcional a la lentitud y pachorra con la que viajarás si te ves obligado a desplazarte en tren hasta Xàtiva y/o Valencia.  Hoy en día, sólo los muy románticos del ferrocarril, o quienes no tienen otra alternativa posible, siguen subiéndose armados de infinita paciencia a uno de los muy escasos trenes que todavía dan servicio desde Ontinyent.

En la  noticia que aparece en la web de LOCLAR se  lee que “las obras contemplan la sustitución de todos los elementos de la superestructura (carril, traviesas, balasto y aparatos de vía), en un total de 64 km en dos tramos, Xàtiva-Ontinyent y Ontinyent-Alcoi, y la adaptación de estructuras a la futura electrificación de la línea, renovando pasos superiores e incrementando la sección de los túneles”.  
¿Cómo que a la futura electrificación? Esa fue otra de las promesas incumplidas, que se nos dijo que en eso precisamente consistía la modernización de la línea. Tendremos que esperar a otro arrebato, porque vaya usted a saber a qué gobernantes y cuándo se lo oiremos prometer.

De ahí mi sugerencia a los dirigentes del PSPV-PSOE de la Vall d’Albaida, de que no saquen pecho diciendo que “esta inversión supone el ejemplo más claro de que la Vall de Albaida es una prioridad para los socialistas allá donde gobiernan”. Y  menos que añadan la coletilla para diferenciarse –dicen – “de aquellas administraciones donde ya no se consideran las reivindicaciones de la comarca”. Porque unos y unas, partidos y coaliciones que nos han gobernado en Valencia y Madrid, han incumplido con reiteración sus proclamas a favor del tren.
¡Pero si hasta nos llegaron a prometer que sería tanta la modernización y comodidad de la nueva línea férrea a su paso por Ontinyent,  que hasta la estación la veríamos trasladada junto al recinto ferial! Confiemos en que esta vez el nuevo y musical cha, cha, cha del tren nos invite a subirnos en él.