Antonio Mateu Lahoz, uno de los colegiados más destacados de las últimas décadas con más de 200 partidos arbitrados en Primera División y otros muchos en competiciones internacionales, era ayer jueves el protagonista de un acto benéfico organizado por Rotary Club Ontinyent a beneficio de CEPIVALL. Una de las anécdotas de la noche llegó cuando Juanma Bas, ex jugador del Ontinyent CF y actual presidente del Ontinyent 1931 contó un hecho que le sucedió hace 7 años. Así, el ontinyentí decidió ir en coche a Sagunto para realizar la ruta por la vía del ferrocarril minero, con la mala suerte de que no la pudo terminar. En el trayecto pidió ayuda e información a un hombre con el que se cruzó y que resultó ser Mateu Lahoz, que había vuelto justo de arbitrar en Bulgaria y antes de descansar había decidido salir a correr. Mateu le explicó dónde estaba la estación de tren y dónde preguntar por el autobús a Sagunto. Como tercera opción, le dijo que si no encontraba medio de transporte, que preguntara por su casa. Y así lo hizo Juanma Bas, que se presentó en casa del árbitro, con quien había coincidido muchos años antes en los terrenos de juego. La anécdota, destacaba Juanma Bas, reflejaba la calidad humana de Mateu, que sin casi conocerlo, no dudó en abrirle las puertas de su casa y ayudarle. Aprovechando la ocasión, Juanma Bas le hizo entrega de un balón firmado por los jugadores del Ontinyent 1931 y una camiseta del club, que el colegiado no dudó en ponerse. Una historia que mereció una calurosa ovación. Juanma Bas también le deseo suerte en el caso de que sea el próximo presidente de la FFEF.