El noruego Jakob Ingebrigsten fue readmitido a la final de los 5.000 metros después de ser descalificado en las semifinales por pisar fuera de la pista, el polaco Wojciech Nowicki consiguió una medalla de bronce extra en lanzamiento de martillo después de una reclamación de la federación ante el tiro laureado de Bence Halasz, que aun así mantuvo el bronce por ser una reclamación post-concurso. Todo esto había sucedido el mismo miércoles que a Orlando Ortega le habían rechazado un recurso ante un hecho inapelable, había sido entorpecido en su carrera... pero la historia ha acabado con final feliz debido a las diversas reclamaciones españolas.
Después de mostrarse cordiales y sin ganas de polémicas durante todo el campeonato de Doha 2019, la IAAF había decidido en primera instancia no aceptar la reclamación del comité español por la fea maniobra de McLeod con Orlando Ortega que lo dejó sin metal. El hispano-cubano estuvo casi 24 horas esperando una resolución final que llegó a las 20:30 horas de ayer viernes... el metal es compartido con el campeón de Europa Martinot-Lagarde, hay dos bronces.
La IAAF aceptó la realidad, y es que Orlando Ortega estaba en posición de metal cuando fue duramente afectado por una maniobra del campeón olímpico Omar McLeod, sospechoso habitual de este tipo de malas artes, y no pudo mantenerla porque su carrera se vio dificultada, por lo que no corría con igualdad de condiciones. Con estos hechos, y todas las pruebas presentadas por el comité español, el ente federativo decidió mantener la posición de Ortega cuando sucedieron los hechos, y España consigue su primer metal en Doha 2019 de la mano de un atleta con muchas raíces ontinyentinas. Se hizo justicia y Orlando dedicó el bronce en toda España diciendo que: "no quiero llorar, este metal es del pueblo español".