- ¿Como surgió el proyecto?

- Este proyecto lo organiza una asociación que trabaja por la salud mental en general y que este mes lo han dedicado a la salud mental de los estudiantes. Hemos preparado una especie de competición entre los estudiantes de las distintas universidad del país, que tiene como reto correr 27 millas, que equivalen a unos 44 km, en solidaridad con el 27% de los estudiantes que han reconocido problemas de salud mental durante su tiempo en la universidad.
 Lo vi y dado que estoy muy concienciada con el tema de la salud mental, porque tengo gente cerca de mí que lo sufre... y como que había empezado a correr, porque no podía ir al gimnasio ni hacer remo, me apunté. Pensé: le doy a mi nuevo hobby un buen uso y si puedo ayudar en mayor o menor medida, mejor que mejor.

- ¿Son 44 km en 27 días?

- Sí, la cifra es asequible. El objetivo es darle visibilidad a las enfermedades mentales, salimos a correr con las camisetas que nos han dado y también recaudamos fondos para que la asociación pueda seguir adelante con sus actividades. Hoy en día, las enfermedades mentales todavía no se equiparon a las físicas, cuando creo que son iguales o peor para la salud.

- ¿Forma parte del equipo de la Universidad de Cambridge?

- Sí, aunque cada estudiante se apuntaba por su cuenta y sale a correr también de manera individual. Todas las millas recorridas después se suman. Hay una aplicación que cuando sales a correr con el gps mide la distancia y la envía a mi página de recaudar fondo y esa página personal está conectada en la página de la universidad.
- Comentaba que anteriormente iba a gimnasio y hacía remo, ¿esto le hizo cambiar de deporte?
- Sí, ahora básicamente no se puede hacer nada... los gimnasios están cerrados y el remo, que era el otro deporte que practicaba, también está prohibido porque es un deporte en equipo. Así que solo quedaba salir a caminar y correr, aunque para el reto solo cuenta correr.

- ¿Tiene algún lugar especial para salir a correr?

- Intento variar la ruta para no aburrirme, aunque la parte que más me gusta es la del río Cam, porque me recuerda un poco a casa.

- ¿Tiene constancia otros compañeros y amigos de la universidad que también estén participando?

- De mis amigos en la universidad, ninguno se ha apuntado, pero sí que están dándome su apoyo para recaudar dinero. Todavía están a tiempo, pero tendrían que correr más kilómetros en el día (risas). En mi caso, antes del reto salía solo una vez en la semana, y ahora ya estoy saliendo dos o tres veces... es decir, también es bueno para mi salud.

- Está en Reino Unido, que ya ha formalizado su salida de la Unión Europea, ¿cómo le ha afectado el Brèxit?

- Hemos notado cambios como, por ejemplo, no poder gastar el teléfono (con roaming) y tiene que ser todo por whatsapp. Las tasas universitarias también han subido porque los estudiantes de la Unión Europea contarán como internacionales... y esto hace que las becas pasan a ser más competitivas. Algo tan simple como recibir un paquete con algunos productos españoles es más complicado porque las empresas o no los quieren transportar o son carísimos. Cosas que antes eran muy abiertas entre países y que ahora se demuestra que la UE para ciertas cosas estaba muy bien.

Como yo estaba aquí desde septiembre, pude pedir un estatus de residente, y esto hace que no necesite visados, pero toda la gente que viene ahora tendrá que sacarse visas y sufrir más burocracia, que va muy lenta.

- ¿Cuando estuvo en Ontinyent por última vez?

- Estuve a septiembre... después, en Navidad, no pude volver. Pensaba ir ahora en Pascua, pero todavía estamos confinados y no podrá ser. Cruzo los dedos para que allá por junio la cosa esté mejor y poder volver.

- ¿Cómo ha afectado la pandemia a su doctorado?

- En mi caso, estoy trabajando 100% desde casa. Tengo tutorías en línea con la directora de tesis. Sí que necesitaría acceder en bibliotecas, pero está todo parado. Nos recomiendan que trabajemos desde casa. Esto hace que todo cueste más, porque si necesitas consultar un libro en la biblioteca, no puedes ir o si te dan hora, igual tardan meses. Todo está muy parado. 
El doctorado son de 3 a 4 años... Espero que el próximo año, las cosas estén un poco mejor y pueda cumplir la temporalización que me había marcado.
Es cierto que cuando vine en septiembre, sabía la situación qué se presentaba, pero también lo es que esperaba que poco a poco la cosa mejorara. Fue a partir de Navidad cuando nos confinaron. La anterior etapa estaba en Birmingham y en el mes de marzo me volví a casa, hasta septiembre, cuando empecé el doctorado.