El empresariado tomó buena nota de la crisis económica que inició en 2008 y perduró con crudeza, desde entonces, se han adoptado decisiones empresariales cargadas de mayor conservadurismo frente al anterior atrevimiento que propició el descalabro de muchas empresas a las que pilló desprevenidas. En esta ocasión, debido al covid-19 que ha irrumpido de forma repentina, la supervivencia de las empresas no está asegurada.
Las predicciones del Banco de España son que el PIB podría caer hasta un 12'4% este año. Ante esta tesitura se hace esencial la adopción de medidas que tiendan a paliar (o evitar) en lo posible los daños económicos como consecuencia de una deficiente protección del patrimonio empresarial. Exponemos a continuación algunas posibles medidas para su reflexión:
Patrimonios diferenciados: por reducido que sea el negocio regentado por un empresario individual, éste debe ser conocedor de su responsabilidad personal ilimitada frente a las deudas que pudieran derivarse de su negocio. La canalización de dicho negocio a través de una sociedad mercantil (acompañada de una actuación diligente) limitará dicha responsabilidad al patrimonio de la sociedad. De esta forma, aunque el negocio se vea forzado a su liquidación como consecuencia de la crisis su patrimonio personal se verá a salvo.
Los inmuebles y los negocios no siempre maridan como es debido, por ello siempre es interesante buscar fórmulas que permitan mantener los inmuebles al margen del riesgo empresarial. Las situaciones en las que bajo un mismo techo se desarrollan diferentes negocios no siempre son las más acertadas, tal y como dicen los inversores suele ser recomendable no poner todos los huevos bajo la misma cesta.
Controlar el riesgo comercial es una misión esencial, máxime en tiempos de crisis. Una buena cobertura aseguradora acompañada de un control directo sobre el cliente y la pronta intervención del asesor jurídico son esenciales para evitar excesos de morosidad.
La correcta planificación, administración y gestión de los Recursos Humanos de la empresa, es clave en momentos de crisis; pudiéndose en ocasiones con diferentes formulas jurídicas amoldarla en parte a las necesidades productivas de la empresa y mercado. Por otro lado, la representación social en las empresas está comenzando a ser de gran interés para agilizar y personalizar situaciones como los ERTEs y/o la recuperación del Permiso Retribuido Recuperable; Todo ello a la vista de la última tendencia legislativa que obliga a acudir a los Sindicatos más representativos del sector.
La planificación financiera y la financiación a largo plazo es importante, pero en ocasiones el control del inventario lo es aún más en un entorno cambiante e incierto. Disponer del surtido de stock adecuado que permita atender al cliente sin que se resienta la capacidad de la empresa es la clave de muchos negocios, dado que el beneficio de muchas de ellas acaba en inventarios que rápidamente se deprecian.
Prácticamente todas las actuaciones de una empresa tienen consecuencias tributarias que deben de ser valoradas de forma previa para evitar situaciones irreversibles.
No hay dos empresas iguales, por ello, previo diagnóstico de su situación concreta, podremos asesorarle y ofrecerle soluciones concretas. Integra Asesores La Vall SLP, cuenta con veinte profesionales y dispone de especialistas en todas las áreas que afectan a la empresa.