La gerente del Hotel Kazar, Andrea Morales, explica la situación en la que la pandemia ha dejado el hotel y lamenta que quizás en España no se ha sabido transmitir que son un sector seguro en el que se cumplen a rajatabla todos los protocolos.
- ¿Qué valoración hace desde el 1 de julio cuando reabre el hotel hasta ahora?
- Durante el confinamiento y el parón obligatorios decidimos enfocarnos en aprovechar el tiempo e hicimos varias reformas en el hotel. Desde ese 1 de julio la tónica general ha sido mejor de lo que habíamos presupuestado y esperábamos, pero sí que se ha notado muchísimo lo que nos está afectando la pandemia. Lo podemos resumir en que mejor de lo esperado, pero evidentemente notamos los efectos de la covid-19.
- ¿Qué cosas cree que han cambiado?
- Sobre todo el tipo de turismo que llega al hotel. Se ha convertido en un turismo mucho más nacional debido a las restricciones de vuelo y de movilidad. Actualmente, viene mucha gente de la Comunidad Valenciana que antes prefería ir a la costa y por la pandemia decide venir hacia el interior, lo que es de agradecer también. También hemos notado que en este último mes hemos recuperado a los huéspedes que vienen por trabajo.
- ¿Cuánto se ha notado ese descenso internacional?
- Los turistas internacionales que vienen al hotel son aquellos que tienen otra nacionalidad pero que ya residen en España. Los viajes internacionales se han reducido a esos que vienen por trabajo, que son un 15% de nuestros huéspedes.
- ¿Qué medidas de seguridad han aplicado en el hotel?
- Nosotros de por sí, antes de la covid-19 ya teníamos un protocolo de limpieza muy estricto por el sector en el que trabajamos y ahora lo hemos incrementado con otras medidas como los geles desinfectantes y tomar la temperatura a todas las personas que entran al hotel, sobre todo en eventos, pero aún así, las restricciones de entrada al país y sobre todo esas cuarentenas impuestas, influyen a la hora de no venir.
- ¿Cree que se podía haber hecho más desde instancias superiores?
- Lo que nos sigue faltando a todos los que trabajamos en esta industria es la seguridad en vistas al cliente. No han sabido transmitir que somos una zona segura donde los protocolos se siguen a rajatabla y que trabajamos por y para el cliente, para que no tenga la sensación que va a ser contagiado saliendo de casa o que no va a estar a gusto. Lo tiene que ver al revés, cómodo y seguro.
Hay mucha gente que aún tiene mucho miedo de viajar por todos esos protocolos que no ven totalmente implementados, no porque no estén, sino porque no se ha dado a conocer de antemano. Tenemos que seguir haciendo hincapié que nuestra seguridad es extrema.
- ¿Se está aún a tiempo de revertir la situación?
- Sí, por supuesto. Pienso que esto es un trabajo diario mediante el cual tenemos que seguir transmitiendo al cliente esa seguridad para que no tengan miedo y podamos aprender a convivir con el virus hasta que tengamos una solución.
- ¿Qué ha sucedido con las bodas y comuniones?
- En ese aspecto nos hemos ido recuperando. Las que se aplazaron en su momento se han ido fijando en nuevas fechas, sobre todo las comuniones que se suspendieron todas en su momento y que este fin de semana realizamos ya la última. Poco a poco, vamos celebrando todos esos eventos y fijando nuevas fechas dependiendo de lo que nos van anunciando desde el Gobierno y las noticias que vemos.
En cuanto a las bodas es más complejo. Muchas de ellas se han aplazado para 2021 ó 2022, ya que los novios quieren que su boda sea lo más parecido posible a una boda antes de la covid-19.
- El Kazar ha dejado de servir almuerzos, ¿qué ha sucedido?
- Es una decisión tomada a raíz de mejorar la prevención a nuestros clientes frente a la covid-19, simplemente por ello. Nosotros somos un hotel y tenemos que servir el desayuno a los clientes, por lo que hemos decidido para proteger tanto a Ontinyent como a nuestros clientes y el personal, no juntarlos y reducir los almuerzos a los huéspedes del hotel. Seguiremos así hasta que mejore la situación o desde gerencia tengamos claro que es seguro.
- Pero sí hay comidas…
- Sí, seguimos teniendo el menú para comer, debido sobre todo a que los clientes se marchan a las 12:00, por lo que la acumulación de gente es mucho menor para las comidas.