Rafael Ferrero Terol, ex presidente de la Sociedad de Festeros del Santísimo Cristo de la Agonía de Ontinyent, fue el pregonero de las Fiestas de Moros y Cristianos de Lleida. El ontinyentí puso en escena un pregón muy emotivo, en el que recordó que el apellido Ferrero deriva de Ferrer, según consta en el archivo parroquial de un pueblo cercano a Lleida. Ferrero también hizo referencia a los 7 matrimonios de Lleida que acompañaron al rey Jaume I en la Conquista de Valencia. También destacó la ayuda que Ontinyent proporcionó hace 25 años a la capital lleidatana en la recuperación de sus fiestas de Moros y Cristianos. Un vínculo que desde entonces se ha mantenido. De hecho, Rafael Ferrero es el segundo ontinyentí que pronuncia el pregón en Lleida, puesto que con motivo del 20 aniversario de sus Fiestas, el invitado a pregonar las Fiestas fue Vicente Micó, quien fuera presidente de la Sociedad de Festeros durante esa colaboración para la recuperación de las Fiestas de Lleida.

Aunque el pregón de Rafael Ferrero estaba previsto para el año pasado, la pandemia lo impidió. Este año, Lleida ha decidido posponer sus Fiestas de Moros y Cristianos para el otoño y a su vez, avanzar a mayo la fiesta de “Les noces reials”, que habitualmente celebran en octubre, de ahí que hayan decidido mantener el pregón en mayo.
Rafael Ferrero destacó que la Fiesta “nace y es del pueblo”. Ante un auditorio en el que no faltaron autoridades locales y autonómicas, festeras y civiles, Rafael Ferrero explicó que las de Lleida siguen el modelo de las fiestas morocristianas valencianas, pero con particularidades.
El ontinyentí también destacó la importancia de la música y su función como nexo de unión, para también recordar que el suyo era el primer pregón tras la interrupción en el calendario festero por el covid.
El pregonero fue interrumpido por los aplausos del auditorio en varios momentos. Aunque sin duda, el punto culminante para el pregonero fue el escuchar los compases de la marcha mora “Chimo” al final de concierto que ofreció la Banda Municipal de Lleida, momento en el que, explica Rafael Ferrero, se le escaparon las lágrimas de emoción.
Todo el acto fue retransmitido en directo por al TV de Lleida, puesto que, por normas sanitarias, el aforo de la Seu Vella fue limitado.