- Este año el programa de actos es más extenso respeto al del año anterior, cuando sólo se pudieron celebrar actos litúrgicos, ¿lo afronta las con más ilusión?
- Sí. Bueno, hasta ahora, porque la situación sanitaria parece que se está complicando. Pero sí, sí que tengo ilusión, y supongo que todo irá adelante, con toda la precauciones que debemos tener. Creo que necesitamos un poco de alegría después de tanto tiempo de tristeza. Esto creo que animará a la gente, nos animará a todos.
- ¿Cómo ha vivido este año?
- Nosotros la labor de Camareras no hemos dejado de hacerla; sólo durante el tiempo de confinamiento. El cuidado de la Virgen, la celebración de la Sabatina, etc., no lo hemos dejado de hacer y hemos estado en contacto.
- De cara a los actos que vienen, ¿hay alguno que le haga especial ilusión?
- Me gustan todos. Quizás la Ofrenda, por el brillo que tiene, es muy bonita, y por todo lo que supone, entre otras cosas, darle visibilidad a todas las asociaciones culturales del pueblo, que salen y participan. Toda la población está invitada a salir en la Ofrenda. Después, destacaría también la Misa Mayor, que es también muy entrañable; yo he ido siempre con mis padres y me trae recuerdos. Aunque la verdad es que cada uno de los actos está muy bien preparado, cada uno tiene su particularidad, y son muy bonitos, para concentrarse en ellos y disfrutarlos todos.
- De los actos vividos, ¿destacaría alguno en concreto?
- En principio no... Sí que cuando bajan a la Virgen para su cuidado, es muy emotivo. Nosotras la vemos todo el año, pero ese día, cuando empieza a bajar, es como que se acerca a ti; da la sensación de que está más cerca en ese momento, si cabe.
- ¿Le supo mal no haber podido ser Camarera Mayor en su plenitud el año pasado o lo asumió con naturalidad?
- No me sabe mal, lo único que la espera ha sido más larga. Aunque todo tiene lo suyo. La situación era complicada, de tristeza, pero gracias a Dios, pudimos estar cerca de la Purísima. Tuvimos la oportunidad de sentirnos arropadas, teníamos un sitio donde acudir. Además, las celebraciones que se pudieron hacer fueron para vivirlas muy adentro, muy sentidas. Por ejemplo, el traslado de la Virgen desde la capilla al Altar Mayor fue a puerta cerrada y fue muy íntimo.
- ¿Cómo está siendo la relación con las Camareras?
- Muy buena. Esto ha ayudado a compartir más tiempo, más cosas; a tener más confianza y a conocernos más. La parte festiva, es como más fácil, porque es para disfrutar. Esta situación nos ha hecho ser más nosotras mismas y confiar.
- ¿Su familia cómo lo ha vivido?
- Ha estado a mi lado, apoyándome mucho.
- ¿Qué significa para Ud. la Purísima?
- Desde pequeña, mi abuelo tenía mucha devoción a la Purísima. Cuando él faltó tenía 93 años y yo era una niña; y él era muy mayor y yo muy pequeña, entonces todo lo que me contaba se me quedaba mucho. Desde pequeña siempre me han hablado de Ella, en mi casa, mi familia. La Purísima siempre ha sido parte de mi vida.
- ¿Cuál es su deseo de cara a este fin de semana?
- Deseo que el tiempo nos acompañe, así como que la situación sanitaria, al menos, no empeore. Creo que con precaución, se podrá hacer, aunque aceptaremos lo que sea, por supuesto. Y que la gente nos acompañe, con las medidas sanitarias adecuadas. También quiero dar las gracias a la Junta, a todos en general, pero en especial a Rafael Esteve, el presidente, ya que creo que no podría haber tenido a un presidente mejor. Y a la presidenta de la Agrupación de Camareras, Yolanda, también es extraordinaria, siempre que hace falta está ahí.
Raquel Vidal: “La Purísima siempre ha sido parte de mi vida”
Este será el segundo año como Camarera Mayor para Raquel Vidal, por la situación extraordinaria de pandemia. De todo lo malo, extrae lo positivo y es que la relación entre Camareras se ha hecho más fuerte y este año vivirán todos los actos con todavía más ilusión, ya que la espera ha sido más larga