El mes de abril dejó en Ontinyent un total de 2.632 inscritos como demandantes de empleo, lo que supone 30 desempleados más que el mes anterior, o lo que porcentualmente equivale a un incremento del 1,5%. 
Si se compara con la evolución del último año, abril de 2021, aún con restricciones por la pandemia, registró 3.113 demandantes de empleo, lo que supone 481 personas más que en la actualidad. El descenso interanual ha sido del 15,45%.
Consecuentemente con el comportamiento del paro en la capital comarcal, en la Vall d’Albaida abril ha dejado un incremento de 49 demandantes de empleo, para un total de 5.398 (frente a los 5.349 del mes anterior). La cifra de abril de 2022 supone 868 parados menos que el mismo mes de 2021, lo que equivale a un descenso interanual del 13,85% en la comarca.
En cuanto a la contratación, en La Vall d’Albaida se han registrado 2.079 contratos este abril de 2022, lo que ha supuesto 30 contratos menos que en el 2021, es decir, un 1’42% de disminución interanual. La contratación indefinida mensual es de 1.035 contratos (49’78%) y la contratación temporal es de 1.043 contratos lo que significa un 50’17%. Respecto el 2021, la indefinida aumenta en un 233’87% y la temporal disminuye en 756 contratos, un 42’02%. Los contratos a tiempo parcial son un 40’50% con respecto a los de jornada completa, un 59’50%.
Para Raül Roselló, secretario general comarcal de UGT-PV, “el mercado laboral sigue evolucionando positivamente, pero lo más destacable es la evolución de la contratación indefinida, de más de un 49 % en la Vall d’Albaida”.
Sin embargo, añaden desde UGT, la tendencia positiva en materia de empleo se ve comprometida por la prolongación de la invasión rusa a Ucrania, que más allá de las graves consecuencias humanitarias, está intensificando los problemas inflacionistas. 
La cesta de la compra sigue encareciéndose, mientras que el coste de producción de las empresas –sobre todo las electrointensivas- también se ha visto afectado negativamente. “Todo ello ha propiciado un reajuste a la baja de las expectativas de crecimiento en nuestro país, ralentizando el proceso de recuperación económica y social”, explican.