A través de las memorias económicas facilitadas por las cuatro Cáritas parroquiales de Ontinyent (Santa María, San Carlos, San Rafael y San José) se concluye que en 2021 se ha incrementado el número de personas que necesitan de más ayudas para poder hacer frente a su día a día.
 Si en el año 2020 fueron atendidas un total de 112 personas (de las que 29 eran españolas y 83 extranjeras), en 2021 la cifra se ha incrementado hasta las 138 personas (36 de nacionalidad española y 102 de otras nacionalidades).
La situación problemática que está atravesando mucha gente por las consecuencias de la actual crisis económica ha supuesto que a los servicios de Cáritas Ontinyent lleguen 51 usuarios para recibir atención por primera vez (frente a los 32 del año anterior). 
Los responsables de Cáritas insisten en que "como ya íbamos anunciando, la fragilidad de tantas familias que no podrían superar el embate de una nueva crisis económica se sigue mostrando claramente después de la pandemia". 
Perfil de los usuarios de Cáritas Ontinyent
Respecto al perfil de las personas de las que se ocupa Cáritas Ontinyent, más allá de su nacionalidad, cabe resaltar el incremento de personas mayores de 65 años que viven solas y requieren cualquier tipo de atención.  Esta será, sin duda, una de las líneas de trabajo para toda la organización en los próximos años y centrará un apartado importante del futuro plan estratégico. Además, también se ha notado en 2021 un incremento de las atenciones hacia las familias numerosas, las personas con una vivienda precaria y los migrantes con una situación administrativa irregular. 
Entre las carencias más demandadas por los usuarios de Cáritas Ontinyent predominan bienes de primera necesidad como alimentos, ropa y calzado, así como ayudas para hacer frente a los gastos de vivienda y suministros. Pero también en el último año se aprecian necesidades de alfabetización en adultos y empleo con un trabajo continuado.
Datos económicos de Cáritas Ontinyent 2021
En el capítulo económico desde Cáritas Ontinyent se expone que se ha producido un incremento notable de los donativos en dinero. En este apartado se puede destacar que casi se han duplicado, pasando de los 7.810 euros de 2020 hasta los 15.887 de 2021. Hay que explicar el cambio de modelo que se ha llevado a cabo en la entidad con el abandono de la entrega personal de productos básicos y sustituyendo este sistema por el de la tarjeta solidaria que otorga a los usuarios una mayor independencia y dignidad como personas. En estas tarjetas solidarias se han invertido en 2021 hasta 9.986 euros. Con todo, como la implantación del nuevo sistema ha sido gradual, ha convivido con los vales de alimentación del Economato, en los que se ha invertido 14.254 euros.
También hay que subrayar un incremento destacado en la utilización de fondos propios en el último año. Así de los fondos procedentes de la Herencia Navidad se han invertido en 2021 hasta 70.465 euros frente a los 29.657 euros del año anterior. La explicación de este aumento considerable hay que encontrarla en la adecuación y apertura del nuevo Centro ANAWIM para formación y promoción de las personas que se puso en marcha en la Calle Mayor. 
Por último, hay que poner en evidencia también que las consecuencias de la pandemia se han dejado notar entre el voluntariado de Cáritas Ontinyent en el último año, registrándose un descenso de los 58 voluntarios a los 45 (entre ellos 12 varones y 33 mujeres). Han influido las restricciones sanitarias y el cierre de algunos servicios durante un periodo largo de tiempo, como el caso del Economato, el Ropero y el Proyecto de Infancia y Familia. Con la recuperación de la pandemia, sin embargo, no se han recuperado todos los efectivos que daban su tiempo a los demás. 
En la perspectiva de la sociedad, el reto debe estar encaminado a abrir los ojos y ver la realidad tal como es, trabajando contra la invisibilidad de las personas en situación de mayor vulnerabilidad; reconociéndolas como sujetos cuyos derechos fundamentales están siendo vulnerados y dándoles espacios donde puedan ser protagonistas de sus propios procesos vitales.
Finalmente, Cáritas se compromete a colaborar en la creación de comunidades abiertas, fraternas y acogedoras, donde se fomenten y creen vínculos cada vez más estables y sanadores.