Señor presidente: Desde la indignación, pero también con el propósito de colaborar en la medida de mis posibilidades, le escribo estas líneas sobre el desmadre, caos, desbarajuste o tomadura de pelo (llámele como quiera), provocado por el colapso de la web de Sillas Gil, responsable de la venta de las tribunas para las Entradas de Cristianos y Moros de nuestras fiestas.
Entienda el enfado de quienes ilusionados e interesados en la compra de sillas para presenciar las Entradas nos encontramos que era del todo imposible adquirirlas por el colapso de la web. Pero mucho peor que eso, fue que supiésemos que antes de iniciarse la venta hubo quienes, burla burlando, entraron en la página eventosgil.com y las compraron porque recibieron el aviso de que la web estaba abierta y ya se podían efectuar las compras.
¿Quiénes fueron los que tuvieron la información privilegiada y se beneficiaron de poder comprar antes que los demás? A usted como presidente, que debe velar por los intereses de los festeros y también de los “mirons”, le corresponde averiguar lo ocurrido y dar a conocer la información de lo sucedido. Sobre todo, para evitar malos rollos como los que están circulando.
Me cuesta mucho comprender el silencio de la Junta de Gobierno de la Sociedad de Festeros ante un problema como el suscitado. Un silencio que dura más de cuarenta y ocho horas y que no hace sino alimentar sospechas y habladurías, al tiempo que crece la indignación por no saber si a partir de mañana martes, cuando la empresa Sillas Gil ha dicho que volverá a abrir la venta, será posible efectuar la compra.
“El silencio no es rentable” es el título de un libro ya clásico de dos autores norteamericanos, Herb Schmertz y William Novak, que revolucionaron el mundo de la empresa al poner de manifiesto los errores y costos que les puede suponer el no comunicar. En su caso, señor Pla, el silencio al que se ha acogido usted y miembros de la Junta como si fuese un chubasquero bajo el que refugiarse esperando que escampe, tampoco le será nada rentable.
El respeto que nos merecemos como festeros y ciudadanos por parte de una institución como la Sociedad de Festeros, pasa por recibir una pronta información en la que se nos diga qué ha ocurrido; si ha habido privilegios o no al poder anticiparse y comprar antes que los demás; y cuándo se pondrán a la venta las sillas.
Llevamos años haciendo gestiones para conseguir la declaración de Fiestas de Interés Turístico Internacional y si bien pueden ser discutido y discutibles algunas de las vías y métodos utilizados con ese objetivo, tenga por muy cierto que con errores de gestión como el ocurrido en la venta de sillas se aleja la posibilidad de conseguir la ansiada declaración.
Antes de terminar, señor Pla, me permito copiarle un párrafo de la crónica escrita por el periodista Blas de Peñas a propósito de la presencia del diestro José Tomás en la plaza de toros de Alicante, y en la que da cuenta de haberse vendido “más de 6.000 entradas en los primeros quince minutos de apertura de taquillas online. Vendidas por internet en 43 provincias españolas y 10 países de Europa y América. Vendidas para verle hacer el paseíllo en el coso de la Plaza de España de Alicante como único matador y con cuatro toros de distintas ganaderías”.
Sí, seis mil entradas en quince minutos. Si otros lo pueden hacer porque saben, que Sillas Gil se ponga las pilas o búsquese otro proveedor que no nos de los disgustos ya sufridos, a los que se añade la incertidumbre por un silencio que, créame, señor Pla no le va a ser nada rentable.
• Embajador cristiano, comparsa Fontanos, en 1980. Pregonero de las Fiestas de Moros y Cristianos en 1982. Primer Trò comparsa Fontanos, 1984. Premio Cervino, 2016.