Ontinyent está de nuevo de duelo por la muerte de una menor ontinyentina de 17 años, Yanira F., fallecida por un disparo en la cabeza el pasado jueves en Albacete.
Los hechos sucedieron sobre las 20:30 de la tarde en la vivienda en la que residía la menor junto a su pareja sentimental, de 23 años, y con la hija de ambos, de 24 meses, así como con los padres de él. Su pareja fue detenido el mismo día de la muerte. La Policía Nacional está investigando los hechos y el caso está bajo secreto de sumario.
Algunos medios de comunicación aseguran que no se descarta el suicidio, sin embargo la familia de la menor descarta con rotundidad esta posibilidad y afirma que existía maltrato por parte de la pareja de la niña. La madre de la menor ha explicado a este periódico que la misma mañana del día del asesinato habló con su hija, quien le dijo que tenía intenciones de volver a Ontinyent. “Ella quería volver a Ontinyent, aunque fuera a la fuerza, pero sabía que su pareja no le dejaría. Y esa misma tarde a las 20:30 me mataron a mi hija”, explica su madre.
Esta mañana se ha realizado una concentración a las 12:30 en la plaza del Ayuntamiento de Ontinyent en memoria de la niña y en apoyo a la familia, que atraviesa por duros momentos. La madre de la menor pide tener con ella a su nieta, de 24 meses, que sigue todavía con la familia de su padre en Albacete. Para tal fin van a empezar una campaña de recogida de firmas.
La niña empezó una relación sentimental con este hombre cuando ella tan sólo tenía 14. “Se fue por voluntad propia, pero la coaccionaron a marcharse”, explican los familiares de la menor. Al poco tiempo se quedó embarazada. La familia explica que según la etnia gitana, una vez una mujer se va con un hombre, ya es su pareja de hecho. Su madre, Raquel, intentó traerla de vuelta a Ontinyent en varias ocasiones, y explica que le costaba mantener contacto con su hija porque su pareja no se lo permitía. “Él decía que era dueño de ella”, destaca su madre. “Yo quería rescatar a mi hija para que no fuese maltratada”, añade. En este sentido, explica su madre que en una de las pocas veces que la pudo ver, su hija apareció con cardenales. Al principio su hija encubría el maltrato, pero finalmente acabó reconociendo que estaba siendo maltratada. “Todo el mundo sabe lo que yo he peleado por mi hija”, afirma compungida.
La madre explica que interpuso una querella judicial en el Juzgado nº1 de Ontinyent, pero que la enviaron a Albacete para que el proceso fuese por la vía más rápida. En este sentido, afirma que no obtuvo ayuda por parte de la policía de Albacete. “Como éramos de etnia gitana, nos dijeron que lo solucionásemos nosotros”, afirma. La madre de la menor ha pedido justicia y asegura que la muerte de su pequeña se ha producido “porque nadie me ha escuchado”.