Esta semana ha empezado la venta del Meló d’Or de Ontinyent en los comercios locales de la ciudad a través de la Cooperativa agrícola de Ontinyent, la única distribuidora en exclusividad del producto. La concejal de Agricultura, Sayo Gandía, ponía en valor el trabajo de los agricultores que "cultivan este producto siguiendo un proceso artesanal, que mantiene su esencia así como un reglamento de producción que asegura su calidad". 
En este sentido, la edil animaba a la ciudadanía a disfrutar "de un melón de producción local y que se podrá adquirir en nuestros comercios. Es una muy buena oportunidad para disfrutar de este producto ontinyentí de alta calidad". De hecho, uno de los productores, Carlos Valls, destacaba que ha sido una temporada difícil porque "había mucha humedad en la tierra", pero que, aun así, este año la ciudadanía podrá volver a disfrutar del Meló d’Or de Ontinyent.

Por otro lado, Sayo Gandía incidía que "se trata de un producto único en todo el mundo. Tenemos un producto de calidad, con más de 500 años de historia y desde el Gobierno de Ontinyent entendemos que es fundamental potenciarlo para asegurar su conservación". 
Hay que recordar que el Ayuntamiento de Ontinyent, la Universitat Politècnica de València (UPV) y la Cooperativa agrícola de Ontinyent están impulsando un Proyecto de puesta en valor del Meló d’Or. En este proyecto se ha procedido a la evaluación de las selecciones cultivadas por los agricultores bajo un sistema de cultivo ecológica; se ha desarrollado un Reglamento de Calidad que permitirá gestionar ante la Generalitat la Consecución del Sello de Calidad que otorga la Generalitat Valenciana.
Además, desde el Ayuntamiento se han iniciado las gestiones ante el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio ambiente del Gobierno de España para que el Meló d’Or de Ontinyent sea reconocido como Variedad de Conservación. 
En la documentación que remitió el Ayuntamiento al Ministerio se constataban los requisitos para conseguir este reconocimiento: que se trate de una variedad en peligro de desaparición; que sea un producto autóctono de elevada calidad; y que esté atestiguada su importancia y calidad histórica, cosa que se constata con el informe del archivero municipal que sitúa las primeras referencias históricas en 1424.
Sayo Gandía explicaba que “con estas acciones queremos dar un nuevo impulso a este producto autóctono, un impulso basado en una estrategia seria y participada que nos permita consolidar y mejorar las perspectivas de un producto tan nuestro como el Meló d’Or de Ontinyent“.