Los técnicos municipales del Ayuntamiento de Ontinyent iniciaban este lunes a primera hora de la mañana los trabajos de evaluación del estado de las casas de la calle de la Canterería afectados por el desbordamiento del río Clariano del pasado jueves, a consecuencia del histórico episodio de lluvias registrado a la ciudad. Estos trabajos van aparejados a los de limpieza de las casas que están siendo coordinados por el concejal de Servicios Municipales, Manuel Cuesta.
 Para facilitar la retirada de los desechos, se ha dispuesto contenedores de hierro, madera y escombros en los dos extremos de la calle, para facilitar su retirada de manera ordenada.
Tal como avanzó el alcalde, Jorge Rodríguez, el vecindario de la calle de la Canterería podrá volver a sus viviendas una vez se garantice la seguridad de las mismas con el aval de los preceptivos informes técnicos. Hasta entonces, el Ayuntamiento mantiene las alternativas dispuestas para las personas afectadas, que incluye la atención integral en el Albergue Perú. Posteriormente, aquellas familias que no tengan alojamiento ni ninguna alternativa al mismo serán reubicadas en viviendas de alquiler, cuyo coste será asumido inicialmente por el Ayuntamiento de Ontinyent, hasta que se confirme la llegada de ayudas otras administraciones.



Decenas de intervenciones en el casco urbano y el diseminado

La brigada de obras del Ayuntamiento de Ontinyent acumula ya intervenciones en más de 50 caminos y ramales públicos en el diseminado, para paliar los efectos de las intensas lluvias de los últimos días. A estas alturas 5 retroexcavadoras continúan retirando barro y restos de desprendimientos sobre estas vías. Igualmente, se esta actuando en otros puntos del casco urbano, como la calle Enric Valor, en unos trabajos en los que la brigada de obras actúa de manera coordinada con la empresa gestora del servicio de limpieza municipal, Urbaser.

Los parques y jardines municipales también están siendo objeto de varias intervenciones, por lo que continúan cerrados a estas alturas. Otras instalaciones municipales como las bibliotecas, el polideportivo y los museos ya han vuelto a abrir sus puertas. Los colegios e institutos también han retomado las clases, pero no así el Campus Universitario, que continúa cerrado hasta que la Universitat de València determine lo contrario.