La joven Sandra Belda Navarro llegó a octubre de 2018 a Finlandia con una beca y en el país nórdico continúa. Los muchas horas de oscuridad durante el invierno o la autonomía de los más pequeños son dos aspectos que destaca del país

- ¿Por qué decidió irse a Finlandia?
-Acabé Magisterio Infantil en el Campus Ontinyent y a continuación supe que salía una beca Erasmus de prácticas extracurriculares, destinada a estudiantes para hacer prácticas una vez has acabado el último curso de la carrera. Así que la solicité. Elegí pedir plaza en unas ‘escoletes’ infantiles de Finlandia, porque necesitaban estudiantes. Una de estas ‘escoletes’ me aceptó, así que en octubre de 2018 me vine para hacer unas prácticas por seis meses. A continuación, me dieron una vacante que tenían libre y ahora estoy en otra ‘escoleta’. Para el curso que viene tengo ya otra.
- ¿Cómo fue la adaptación? ¿Era lo que esperaba?
- No conocía nada de Finlandia, busqué información en internet antes de llegar aquí. Únicamente había escuchado sobre el país durante la carrera, porque sobre su sistema educativo se habla mucho. Vi que el invierno era bastante largo, que había mucha nieve... Los primeros meses realmente fueron así. Llegué en octubre y pronto los días se acortan y ya noviembre es muy oscuro. Llega una época del año en la que sobre las 14:30 o las 15:00 ya no hay sol. La tarde la pasas como si fuera la noche.
El primer invierno lo pasé muy bien, porque también nevó y esto hace que la sensación de oscuridad no sea tan grande. El segundo invierno, 2019, casi no nevó o si nevaba poco después llovía y lo convertía todo en barro. Incluso los propios finlandeses también lo notaron. Cuando no hay nieve, te pasas toda la tarde como si fuera por la noche y esto quita las ganas de hacer nada. Si nieva hacia noviembre, la nieve refleja la luz y parece que sea tarde y no hay tanta oscuridad.
En verano tienes días muy largos, con muchas horas de sol. Ahora mismo a las 23:30 todavía estaba el sol poniéndose y más en el norte incluso tienen más horas de sol.

- ¿Hay alguna característica del país a la que todavía no se haya acostumbrado?
- Lo que más me choca es que los niños son muy autónomos, perfectamente a los 6 años van a solas arriba y abajo. Por otra parte, es un estilo de vida muy fácil para adaptarse.
También es cierto que la gente no es tan social como podemos serlo en España y esto choca un poco. Cuesta hacer amistades, pero es el único punto en el que yo he notado más diferencia. Esto y el invierno del cual hablaba.
- ¿Ha necesitado aprender finés para trabajar en las ‘escoletes’?
- No, porque el primer año estaba en una escoleta española, Mí Casita (Helsinki) y, por lo tanto, no lo necesité. Ahora estoy en una escoleta de habla inglesa, ICEC Kilo (Espoo). Técnicamente, haría falta el finés si quieres trabajar en una pública, pero como Helsinki es bastante grande y tiene mucha diversidad cultural, hay mucha población que no es finlandesa y que quiere escoletes en inglés, por ejemplo.
- En general, ¿cómo se ve a España en Finlandia?
- A los finlandeses les gusta mucho ir a España, especialmente a las playas, porque las de Finlandia no tienen olas, es un agua verde porque las playas están estancadas. Ven nuestras playas y los gustan mucho. De hecho, hay vuelos diarios. También los gusta mucho que España es un país muy social, tenemos muchas fiestas que se celebran en la calle.
Otro aspecto es que en Finlandia incluso los niños de 6 años van solos en el tren o por la calle y saben que nadie los hace nada o puedes dejarte en un bar la mochila o el móvil en la mesa e ir a la barra a pedir que sabes que cuando vuelves va a estar ahí. Por eso, les choca que si actúan igual en España, cuando vuelven su cartera o móvil es muy probable que no esté y se quejan que hay robos.
- ¿Cómo vivió el covid, pudo volver?
- Algunas maestras decidieron volver a casa, pero yo me quedé, no quería dejar a mis niños. Además, comparada la incidencia... incluso mi familia me pedía que no volviera, porque aquí en Finlandia hubo muchos menos casos.
Volví en Navidad de 2019 y desde aquel momento no he vuelto. Este verano será el primero que pueda volver despres de año y medio. Ya tengo los vuelos comprados y espero que no cancelen.
- ¿Piensa continuar en Finlandia?
- Por ahora sí. Además, me acaban de ofrecer ser subdirectora de ICEC Vuosaari (Helsinki), una de las escoletes de nuestra compañía, cargo que he aceptado. Así que de momento, me quedo, y espero poder llegar a directora. Este año he empezado a estudiar un Máster en Dirección de Centros educativos. Por eso, cuando surgió la vacante, me ofrecieron el trabajo de subdirectora a mí.
- ¿Qué es lo que más echa de menos?
- La comida y la gente del pueblo, el ir por la calle y de vez en cuando conocer alguien y hacer una ‘xarraeta’.