El domingo por la tarde, un vecino residente en una finca de la calle Antoni Conca de Ontinyent llamó a la policía al detectar olor a gas en la escalera. Ante la duda de si en el resto de vecindario alguna vivienda tenía gas canalizado, llamó a la policía. Al lugar acudieron los bomberos, que comprobaron que el gas procedía de una de las viviendas.
Al no abrir nadie la puerta, los agentes desalojaron el edificio por seguridad. Finalmente, se localizó a la familia de la propietaria y se comprobó que en el interior no había nadie.
Los bomberos comprobaron que el gas procedía de un quemador de la cocina, que se había quedado encendido. A continuación, abrieron las ventanas para que la vivienda se ventilara.