El pasado día 15 empezó el plazo para solicitar el Ingreso Mínimo Vital, una nueva prestación de la Seguridad Social, una administración que mantiene cerradas sus oficinas en Ontinyent. Según explica la coordinadora de Igualdad y Gobierno Abierto y primer teniente de alcalde, Natalia Enguix, el hecho de que el Gobierno haya sacado esta ayuda es positivo, porque era algo largamente demandado desde hace tiempo, pero el IMV no ha venido acompañado de las medidas necesarias para que las personas que lo necesiten lo puedan solicitar y por ello, están siendo los ayuntamientos los que, a través de sus Servicios Sociales, están redoblando esfuerzos para ayudar a tramitar el IMV a las personas más vulnerables, especialmente aquellas que no tienen acceso a internet ni ordenador en casa, para intentar paliar la llamada “brecha digital”, o simplemente, porque por motivos de edad, necesitan ayuda en la tramitación. En el caso de Ontinyent, sólo a través del Ayuntamiento se calcula que serán unas 300 personas las que tramitarán esta ayuda. La cifra corresponde a aquellas personas usuarias de Servicios Sociales a las que se les ha concedido ayudas de emergencia social o la Renta Mínima Valenciana. A estos 300 habría que sumar la de aquellas personas que tengan derecho al IMV sin ser usuarios activos de Servicios Sociales.
La puesta es marcha del IMV ha contribuido a colapsar Servicios Sociales y más en un contexto de emergencia social derivada de la pandemia que ha obligado a redoblar esfuerzos los últimos meses, explica Enguix.
La primera teniente de alcalde explica que dado que el IMV es una prestación estatal, debería ser tramitada a través de las oficinas de la Seguridad Social, pero actualmente en el caso de Ontinyent el INSS tiene sus puertas cerradas y la atención telefónica es muy difícil o no funciona.
Prueba del colapso que unas ayudas como el IMV pueden generar es que el primer día que entró en vigor, el lunes, se formaron importantes colas en el Ayuntamiento para solicitar certificados de empadronamiento. El volumen de solicitudes ha sido tal que en la oficina del Registro se ha asignado a una persona dedicada exclusivamente a la emisión de estos certificados.
Enguix advierte de que toda esta situación está suponiendo una vuelta al modelo asistencia que predominaba hasta los años 80, pero que actualmente se había superado, para entender Servicios Sociales como un derecho de la ciudadanía al mismo nivel que la educación o la sanidad pública y que no sólo comporta la tramitación de ayudas económicas, sino que Servicios Sociales ofrece acompañamiento y asuntos como la dependencia, las acogidas, menores, etc.
El Ayuntamiento otorga 923 ayudas de primera emergencia entre marzo y junio
Una prueba de las duras consecuencias de la pandemia está en el importante incremento de ayudas de primera necesidad concedidas por el Ayuntamiento de Ontinyent. Así, entre marzo y junio, han sido 963 las ayudas concedidas, por un total de 123.000 euros, y se ha atendido a 232 menores (con el programa Menjar a casa) con un coste de 64.000 euros durante la pandemia. La previsión es que entre julio y noviembre el consistorio destine 337.000 euros a Ayudas de Emergencia Social y ha previsto también 48.000 euros para los meses de julio y agosto, a la espera de confirmar los detalles del inicio del próximo curso escolar.
En total, los 187.000 dedicados entre marzo y junio, más los 337.000 previstos entre julio y noviembre en ayudas de primera necesidad y los 48.300 de Menjar a casa entre julio y agosto supondrán un total de 572.000 euros, cifra que duplica los 264.000 del año anterior.