Este periódico ya venía advirtiendo que con la vuelta a la normalidad el problema de los botellones estaba volviendo a la palestra en Ontinyent. Si en semanas anteriores hubo mucha acumulación de jóvenes en zonas como la Glorieta y la "calle de la marcha", la pasada noche el punto escogido fue el aparcamiento de la piscina cubierta.
Según ha podido saber este periódico, ya entrada la noche, sobre las 1:30 fueron hasta el lugar cuatro patrullas de la Policía Local, dada la gran cantidad de personas que había en la zona. Aunque en un primer momento consiguieron dispersar a los participantes y que tan solo se quedara un grupo reducido de personas, que no llevaba consigo bebidas alcohólicas, poco después el grupo volvió a crecer e incluso uno de los vehículos tenía la música tan alta que fue multado. También se cursaron dos denuncias por no llevar la mascarilla. En la segunda ocasión que los agentes actuaron, tuvieron el apoyo de la Policía Nacional. 
Tras casi dos horas, finalmente el botellón finalizó.