Octavio Gramage, de 52 años, se dedica desde hace 15 al transporte en carretera. La crisis sanitaria ha hecho más que evidente la importancia del trabajo del ontinyentí, una labor que les está siendo cada vez más difícil por el cierre de restaurantes y áreas de descanso
- ¿Cómo está siendo trabajar en el actual
contexto de crisis sanitaria?
- Al
estar todo cerrado, tienes que buscar supermercados para poder comer. Las áreas
de servicio, las duchas, está todo cerrado. Yo me dedico al ámbito nacional, a
zonas como Almería, Murcia o Valencia, para cargar cítricos o verduras. En mi
caso, paso dos o tres días fuera, y cojo comida de casa, pero hay compañeros
que se dedican a viajes internacionales, y lo están pasando muy mal.
- ¿Se están cumpliendo las medidas de
seguridad?
- Los
almacenes están bastante bien preparados. No te dejan entrar dentro, hay el
mínimo contacto posible, no sólo en el género sino en la recogida de
documentación de la carga.
- ¿Cómo se sienten desde el sector?
- Los
camioneros somos un sector de mucho riesgo, ya que estamos muy expuestos a un
posible contagio. Intentamos que el contacto sea el mínimo posible; por
ejemplo, yo bajo del camión lo mínimo, para intentar minimizar daños. Pero no
deja de ser un problema grave, nos exponemos. No obstante al ser alimentación,
somos uno de los pocos sectores que debemos seguir trabajando. No podemos parar.
- ¿Ha aumentado su trabajo en estas
semanas?
- He
notado que hay más trabajo que antes, porque la gente, sobre todo al principio,
ha comprado más por el nerviosismo. En lugar de estar una hora de espera, igual
estoy más tiempo, porque hay mucho camión para cargar mercancía. Esto es por el
exceso de compras de la gente, sea por prevención o por miedo, ya que para
abastecer lo que la gente ha comprado hacen falta más camiones. Los camioneros
y los reponedores de supermercado vamos de cabeza.
- ¿Tiene miedo de llegar a casa y poder
contagiar a su familia?
- Me
ducho siempre antes, me cambio la ropa, incluso el reloj, de tal manera que
tengo el mínimo contacto para evitar cualquier contacto con el virus.