Semana especial la que está viviendo Ontinyent, puesto que la pandemia no ha permitido la celebración de las Fiestas de Moros y Cristianos que la ciudad celebra desde hace más de un siglo y medio. Si el viernes las calles de la ciudad no pudieron llenarse de música y color con la Entrada ni ayer sábado se celebró la bajada del Cristo, hoy domingo se ha celebrado una misa en la explanada de la ermita de Santa Ana. 

Con las medidas de seguridad establecidas, la emotividad ha sido la nota predominante de una jornada en la que muchos ontinyentins han querido acercarse hasta la ermita para asistir a la misa presidida por el "Morenet".