La modificación del proyecto de restauración de la muralla Norte de Ontinyent permitirá emular el “Paseo de guarda” medieval, una vía no contemplada inicialmente a la obra y que podrá tener usos turísticos. El alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, visitaba las obras que están teniendo lugar en el barrio de La Vila, donde el equipo redactor del proyecto de la obra daba detalles al primer edil sobre las obras ya efectuadas dentro de este proyecto en ejecución desde el pasado otoño. Este proyecto va a ser modificado para adaptarlo a los hallazgos surgidos, relativos a la aparición de los restos de un torreón, las características de la muralla y las tierras de la zona, con un coste que aumentará de 2 a 2’5 millones la inversión necesaria, de los cuales cerca de 1 millón es aportado por el Gobierno de España.

Jorge Rodríguez explicaba que esta “es posiblemente la obra más compleja de la legislatura, que se tiene que revisar ahora porque los hallazgos surgidos así lo hacen necesario.
Una actuación que con estos cambios tendrá más valor, y que es importante en tres aspectos: mejorará la accesibilidad al barrio con el ascensor que va a crearse desde el aparcamiento de Tortosa y Delgado; supone un nuevo paso adelante en la recuperación del patrimonio y nos permite también reforzar los atractivos turísticos del barrio de La Vila”, manifestaba.

El arquitecto redactor del proyecto, Miguel Del Rey, explicaba que “al iniciar las obras -en el otoño de 2021- no teníamos los detalles que motivan ahora la modificación de obra en la que estamos trabajando, debido a la aparición de los restos de un torreón medieval; a las comprobaciones de los arqueólogos sobre la muralla, que por la presión de los terrenos adyacentes ha perdido su centro de equilibrio en algunos tramos; y a las características de estos terrenos y su estabilidad”.

Del Rey subrayaba que “es una actuación compleja, que se tiene que ejecutar con mucho cuidado”, y explicaba que mientras se trabaja en el modificado que permitirá crear el paso de ronda que comunicará los dos extremos de la muralla, “no se está parando de actuar en los tramos que no se ven afectados por el modificado. Se están estabilizando terrenos, reforzando puntos como el interior del patio de la Casa Barberà y creando un sistema de rampas integrado en un espacio que estamos tratando que se aproxime lo máximo posible a lo que fue la muralla en su día”, explicaba.