Ontinyent acogerá el próximo 27 de marzo, Miércoles Santo, la que será la segunda representación de la 'Danza Macabra', una iniciativa que se estrenaba el año pasado con la intención de potenciar la Semana Santa ontinyentina, con el impulso del Ayuntamiento y la participación de diferentes entidades culturales locales.
El concejal de Cultura, Àlex Borrell, explicaba que después de la buena acogida a la primera edición "este año contaremos con más músicos y coralistas así como la novedad de la representación de una auca elaborada para la ocasión. Un espectáculo ampliado que es posible gracias a la implicación de entidades como la asociación Ballet Ópera, el Nou Orfeó, la Sociedad Unión Artística Musical, Pantomima Teatro de Ontinyent o la asociación Nostra Terra, que es quien ha creado la auca".
Desde La Nostra Terra, Manolo Requena, quien asesoró personalmente la primera edición de la Danza Macabra en aspectos relacionados con los personajes históricos, recordaba que la entidad cumple este año 4 décadas trabajando por el patrimonio local, "y queríamos celebrarlo colaborando con un elemento distinto en la Danza Macabra, como será una auca valenciana". Esta auca ha sido elaborada por el presidente de La Nostra Terra, Ignasi Gironés, quien explicaba que, partiendo de modelos preexistentes de cerámica de la segunda mitad del S.XVIII, y empleando el lenguaje narrativo de la época, se ha desarrollado una composición narrativa gráfica a partir de los versos elaborados por Inma Llinares para hacer un compendio de elementos unidos de acuerdo con el discurso narrativo que contiene el auca.
Desde Pantomima Teatro Ontinyent, Pasqual Navalón destacaba el trabajo hecho para adaptar el auca a la representación en danza, interpretando los versos de Inma Llinares en el formato que corresponde a la época, sencilla, en octosílabos con rima y fáciles de entender. Tina Mora, María Galiana y Consuelo Tormo harán una representación de la auca, que Navalón avanzaba que será "digna y con distinción".
En representación de la asociación Ballet Ópera, Fanny Donat recordaba que el proyecto nacido el año pasado de la mano de la cofradía de la Soledad "ha crecido, incorporando además personas y asociaciones que han hecho un gran trabajo, ampliando la parte musical que vuelve a tener la dirección musical de Quique Orquín, director del grupo de percusión y dolçaina el Raval y que tratará de involucrar más al público asistente". Donat recordaba que la Danza Macabra "es un proyecto artístico que va a más, y que está abierto a la participación otras entidades y asociaciones".
Desde la Societat Unió Artística Musical, Rubén Penadés remarcaba el interés de una iniciativa que "impulsa la colaboración entre las asociaciones en la reivindicación de nuestra cultura". Además de ampliarse la cifra de músicos participantes, Penadés avanzaba que "se añadirán nuevos timbres y sonoridades que no dejarán indiferente a nadie". Conchín Donate, en nombre del Nou Orfeó explicaba que la cantidad de coralistas también aumentará, al sumarse componentes del coro Aria de Ontinyent.
La "Danza Macabra" cuenta con una composición musical articulada en 3 partes, una que representa la vida, otra que supone un intercambio entre la vida y la muerte y una tercera sobre las lamentaciones por la llegada de la muerte. En la escenificación se ha recuperado a 8 personajes del siglo XVII vinculados en Ontinyent: Alejandro VI, Mariana de Austria, en Lluís Albuixech, Madre Catalina Tejera, Fray Vicente Nancosa, un labrador y un niño, acompañados por 8 bailarines que representan la muerte.
Con la dirección musical de Quique Orquín, en la representación aparecerán más de 80 personas, entre actrices del grupo Pantomima Teatre, miembros de la Cofradía "La Soledad", bailarines y bailarinas, músicos de la Societat Unió Artística Musical, y miembros de los grupos Nou Orfeó y Aria de Ontinyent.