El Ayuntamiento de Ontinyent iniciará este miércoles las obras de mejora urbana del entorno de las viviendas del grupo de viviendas de la calle Ramón-Llín, una importante remodelación que en palabras del concejal de Territorio, Óscar Borrell, “va a ser una reurbanización global que nos ayudará a revitalizar la zona, recuperar espacios para los peatones y vehículos no motorizados, y mejorar su comodidad y seguridad vial”.
La actuación, que tiene un plazo de ejecución de 6 meses, fue adjudicada por un importe de 750.414 euros (IVA incluido) a la empresa Pavasal Empresa Constructora SAU, dinero que serán aportados por la Diputación de València (dentro del pacto de Gobierno de esta entidad) y el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), con la cofinanciación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Óscar Borrell destacaba la importancia “de contar con fondos externos para financiar íntegramente esta obra”.
Estacionamiento restringido durante las obras
Con motivo del inicio de esta actuación, el estacionamiento y las entradas al tráfico de vehículos en el grupo de viviendas quedará restringido, ya que solo se permitirá el acceso a servicios de emergencia y a vehículos autorizados para el abastecimiento y funcionamiento de los edificios públicos dotacionales en la zona. Por ahora, el tráfico en la calle Juan XXIII no se verá afectado, ni tampoco las aceras de acceso a las viviendas, puesto que en primer lugar va a procederse a la demolición del asfalto. Una vez se actúe en este, y se haya procedido a la nueva pavimentación, se pasará a actuar en los recorridos para peatones, a través de pasarelas de acceso a las viviendas, pero garantizando siempre el acceso a las mismas.
La intervención permitirá crear una plataforma única sin desniveles con pavimento de mayor calidad, con una pavimentación uniforme que eliminará todas las barreras arquitectónicas, y ampliará al máximo el espacio para los peatones, que actualmente disponen de aceras que no superan los 80 centímetros, y que después de esta actuación dispondrán de espacios completamente de uso peatonal y en cualquier caso siempre tendrán una anchura mínima superior a los 3 metros.
La actuación ampliará considerablemente el arbolado, ya que mantendrá los ejemplares existentes e introducirá numerosos elementos de jardinería y sistemas de riego automatizado; renovará integralmente la red de alumbrado público para favorecer la eficiencia energética; y renovará las redes obsoletas y la evacuación de aguas.