La celebración del Día Mundial Sin Juegos de Azar, que tuvo lugar ayer, 29 de octubre, lleva a recordar el riesgo de adicción de las apuestas, que están dejando atrás cada vez más a las máquinas tragaperras para dar paso al juego online, más accesible desde diferentes dispositivos y “abierto” las 24 horas.
Así lo advierten desde Proyecto Hombre Ontinyent, donde explican que “si antes el perfil más habitual era el de un hombre adulto con adicción a las máquinas tragaperras, la tendencia se está invirtiendo, sobre todo desde que se legalizara el juego online en 2011”, señalan. “Estamos detectando una tendencia muy peligrosa al juego online, sobre todo a las apuestas deportivas, entre los jóvenes de menos de 25 años”, explica Cristian Climent, psicólogo del centro. Una adicción que se ha visto incrementada por el confinamiento, tiempo durante el cual “más gente ha necesitado el juego”.
La facilidad de acceso a través de cualquier dispositivo móvil con conexión y la falsa “sensación de inocuidad asociada al deporte y los deportistas de éxito” son factores que incrementan la adicción. “Si por ejemplo Cristiano Ronaldo, que es ídolo de muchos adolescentes, es imagen de estas marcas, ¿qué daño va a hacer apostar?”, argumentan desde el centro. 
Por ello, desde Proyecto Hombre reclaman que se regule la publicidad y sobre todo una Ley del Juego mucho más estricta, como la del alcohol o el tabaco, señalan. “Antes las marcas de tabaco, por ejemplo, eran patrocinadoras principales en la Fórmula 1 o en otros deportes, ahora es impensable”, explican. 
En Ontinyent hay en estos momentos cuatro casas de apuestas, entre ellas deportivas, de manera física: en la avenida Diputación, Julio Capuz, avenida Almaig (con licencia también para bingo) y en la avenida del Textil. A éstas se debe sumar la gran cantidad de oferta de apuestas deportivas y casino de manera online.

El perfil de los usuarios
El Centro de Día de Proyecto Hombre Ontinyent, ubicado en una finca a las afueras de la ciudad, cuenta actualmente con 36 usuarios, 28 hombres y 8 mujeres. Actualmente, hay 9 usuarios de Ontinyent (7 por cocaína y 2 por alcohol), un 25%, lo que supone ser la población más representada “con mucha diferencia”, destacan. Proyecto Hombre abarca la Vall d’Albaida, La Costera, La Canal de Navarrés y El Comptat. Otras poblaciones con más de un usuario son: Xàtiva (3), L’Olleria (3), Aielo de Malferit (3), Albaida (2), Montesa (2) o Cocentaina (2).  
El perfil más común de usuario es el de varón, de 36 a 45 años, consumidor de cocaína, soltero y que vive con sus padres, tal y como explican desde el centro. “Los hombres suelen tener más tendencia a las adicciones, pero esto no quita que las mujeres también las padezcan”, señalan. 
Entre las mujeres, este año el perfil es de consumidora de cocaína, con una edad media de 39 años, y en mujeres de más edad la adicción más común es el alcohol. Actualmente, de las 8 mujeres que hay en el centro, 7 de ellas es por adicción a la cocaína, mientras que la octava es por adicción a las benzodiacepinas (sedantes, ansiolíticos, etc.).  Remarcan que las mujeres han tenido desde siempre un estigma a reconocer una adicción y aceptar que necesitan tratamiento por “vergüenza”, señalan. “El rol de la mujer ha sido el de una ama de casa, madre responsable...¿cómo va a reconocer que frecuenta los bares o es adicta a las drogas?”, explica el psicólogo del centro, Cristian Climent. “Por suerte, se están superando estas barreras y cada vez más mujeres acceden a los tratamientos”, añade. 
Del total de los usuarios que están actualmente en el centro, 23, es decir, un 64%, están superando su adicción a la cocaína, que suele venir aparejada al alcohol. 
El alcohol es la segunda adicción más frecuente, ya que afecta a 6 de ellos, lo que se traduce en un 17% de los usuarios. 

Un problema transversal
En lo referente al juego, un 8% de los usuarios está en activo en estos momentos en el centro por este motivo y es un problema transversal, ya que es una adicción estrechamente aparejada a otras adicciones. “Un 30% de los consumidores de alcohol y otras drogas ilegales reconoce que recurre al juego de forma compulsiva cuando ha consumido”, destacan. Desde el centro explican que esta adicción “está más masculinizada”, aunque también se han encontrado casos en mujeres, por ejemplo una mujer de 60 años estuvo enganchada a las apuestas de Lotería. 
Le siguen el cannabis, con 2 usuarios; y las drogas sintéticas y las benzodiacepinas, con un afectado en cada caso.  
El tiempo de recuperación se estima entre los 9 y 12 meses. Aunque al principio los usuarios acuden cinco mañanas a la semana, el tiempo va descendiendo y acaba estabilizándose en dos tardes por semana. “Al principio no quieren venir, y después lo que sucede es que no se quieren ir. Aquí no se les juzga y pueden expresar sus problemas con total claridad”, destacan desde Proyecto Hombre.